"Someterlo a un voto de confianza ha sido un acto de valentía. Si el Gobierno perdiera la votación, nos vamos a casa", sentenció en declaraciones a la televisión 'Italia 1', del grupo Mediaset.
Después de ser aprobado por el Gobierno, el ajuste presupuestario de casi 25.000 millones de euros con el que Berlusconi se propone frenar el gasto público se ha encontrado con la oposición de las administraciones locales, ya éstas están gobernadas tanto por el centro-derecha como por el centro-izquierda.
Además de congelar los sueldos de los funcionarios hasta 2013, reduce el gasto público destinado a ayuntamientos, provincias y regiones, lo que, según sus detractores, conllevará un empeoramiento de los servicios básicos que los entes locales ofrecen a los ciudadanos, tales como el transporte urbano o las guarderías.
Berlusconi y su ministro de Economía, Giulio Tremonti, que es el principal impulsor de las medidas de ajuste, se reunirán mañana por la mañana con los presidentes de las regiones en el Palacio Chiggi de Roma, sede del Gobierno italiano.
En una nota conjunta, Berlusconi y Tremonti justificaron la decisión de someter el ajuste a una votación de confianza considerándolo un paquete de medidas "fundamental para la estabilidad financiera" del país.
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