BRASILIA.- La candidata a la presidencia por la coalición Para que Brasil continúe cambiando, Dilma Rousseff, aseguró que la erradicación de la pobreza extrema resulta la principal tarea que demanda esta nación.
Acabar con la miseria es la condición primordial para que crezca la economía nacional, aseveró la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), que junto al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), encabezan la coalición de 10 agrupaciones políticas bajo el lema Para que Brasil continúe cambiando.
En entrevista con el Programa 3 a 1, de la estatal TV Brasil, Dilma señaló anoche que las acciones del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para combatir la pobreza permitieron que el país saliera rápido y bien de la crisis financiera internacional.
Dilma es una de las principales aspirantes a ocupar el Palacio de Planalto en los comicios de octubre venidero, junto al candidato del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, quien también encabeza una coalición de varias agrupaciones políticas de tendencia de centro-derecha.
Asimismo, Dilma mencionó a la educación como el principal factor para promover una mayor inclusión social en Brasil, al tiempo que rechazó la tesis de que el país invierte en enseñanza superior y no en la educación básica, cuya calidad -apuntó- pasa por contar con profesores más capacitados y con mejores salarios.
No se logra una educación de calidad sólo con buenas edificaciones y con laboratorios, sino incrementando el valor de los profesores, primero con una buena preparación y después con salarios adecuados que atraigan a las personas más capacitados a ejercer el magisterio, sentenció la candidata presidencial.
Por otro lado, Dilma sostuvo que las políticas públicas brasileñas requieren estar enfocadas en las mujeres, toda vez que -precisó- las féminas tienen el papel fundamental en la familia, es una especie de cemento, de factor de cohesión.
Tal vez por ello, subrayó Dilma, está dado el éxito de las políticas de inclusión social y distribución de renta del gobierno Lula, porque esos programas benefician directamente a las mujeres.
La candidata presidencial defendió también una amplia reforma tributaria que incremente la base de la recaudación y alivie los impuestos de las micro y pequeñas empresas, de los salarios y de los productos esenciales, como las medicinas.
Interrogada sobre su menor carisma en comparación con Lula, Dilma apunto que lo va a compensar con mucho trabajo y agregó que ella va a honrar el legado del presidente brasileño, de quien dijo aprendió mucho en sus siete años y medio de trabajo junto a él.
En cuanto a la política externa, la candidata presidencial aseveró que no puede ser contaminada por posiciones personales ni para hacer campaña electoral hablando mal de otros países, y exaltó que Brasil necesita colocarse como líder de América Latina, que promueva la paz en la región.
"No creo que sea función de un dirigente y de un país posicionarse sobre la política interna de otra nación a no ser que quiera construir un ambiente altamente inestable en la región", resaltó.
Acabar con la miseria es la condición primordial para que crezca la economía nacional, aseveró la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), que junto al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), encabezan la coalición de 10 agrupaciones políticas bajo el lema Para que Brasil continúe cambiando.
En entrevista con el Programa 3 a 1, de la estatal TV Brasil, Dilma señaló anoche que las acciones del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para combatir la pobreza permitieron que el país saliera rápido y bien de la crisis financiera internacional.
Dilma es una de las principales aspirantes a ocupar el Palacio de Planalto en los comicios de octubre venidero, junto al candidato del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, quien también encabeza una coalición de varias agrupaciones políticas de tendencia de centro-derecha.
Asimismo, Dilma mencionó a la educación como el principal factor para promover una mayor inclusión social en Brasil, al tiempo que rechazó la tesis de que el país invierte en enseñanza superior y no en la educación básica, cuya calidad -apuntó- pasa por contar con profesores más capacitados y con mejores salarios.
No se logra una educación de calidad sólo con buenas edificaciones y con laboratorios, sino incrementando el valor de los profesores, primero con una buena preparación y después con salarios adecuados que atraigan a las personas más capacitados a ejercer el magisterio, sentenció la candidata presidencial.
Por otro lado, Dilma sostuvo que las políticas públicas brasileñas requieren estar enfocadas en las mujeres, toda vez que -precisó- las féminas tienen el papel fundamental en la familia, es una especie de cemento, de factor de cohesión.
Tal vez por ello, subrayó Dilma, está dado el éxito de las políticas de inclusión social y distribución de renta del gobierno Lula, porque esos programas benefician directamente a las mujeres.
La candidata presidencial defendió también una amplia reforma tributaria que incremente la base de la recaudación y alivie los impuestos de las micro y pequeñas empresas, de los salarios y de los productos esenciales, como las medicinas.
Interrogada sobre su menor carisma en comparación con Lula, Dilma apunto que lo va a compensar con mucho trabajo y agregó que ella va a honrar el legado del presidente brasileño, de quien dijo aprendió mucho en sus siete años y medio de trabajo junto a él.
En cuanto a la política externa, la candidata presidencial aseveró que no puede ser contaminada por posiciones personales ni para hacer campaña electoral hablando mal de otros países, y exaltó que Brasil necesita colocarse como líder de América Latina, que promueva la paz en la región.
"No creo que sea función de un dirigente y de un país posicionarse sobre la política interna de otra nación a no ser que quiera construir un ambiente altamente inestable en la región", resaltó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario