lunes, 12 de julio de 2010

Creen que la banca española necesita 50.000 millones y el apoyo de Europa para recapitalizarla

EDIMBURGO.- El banco británico Royal Bank of Scotland considera que el sistema bancario español necesita una inyección de capital de 51.700 millones de euros, según recogen los 'stress test' a los que ha sometido a la banca española, y ve necesario un mecanismo de apoyo europeo destinado específicamente a recapitalizar el sistema bancario español.

"Bajo nuestro escenario central, que dejaría a los bancos con un core capital por encima del 6% después de las pruebas de estrés, una inyección total del orden de los 50.000 millones de euros (más y por encima de las inyecciones ya comprometidas) serán necesarias", afirma RBS en una nota de análisis sobre el sistema financiero español.

Dentro del abanico de escenarios que maneja RBS sobre las pruebas de resistencia, la entidad escocesa llega a hablar en su peor horizonte de una necesidad de capital para la banca española de hasta 90.000 millones de euros.

El escenario central que maneja RBS, que ha utilizado el modelo empleado por la Reserva Federal de Estados Unidos en este tipo de pruebas, tiene en cuenta un margen de descuento sobre la deuda soberana española de un 5% para la asunción de las pruebas de resistencia a la banca española y del 30% en el caso extremo.

No obstante, RBS considera que al final el Banco de España y el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS) publicarán unas cifras de necesidades de capital más bajas para sus entidades más débiles, en el entorno de los 20.000 millones de euros.

Aún así, el banco británico cree que, aunque si se diera este último caso, el sector bancario seguiría siendo débil, con unas tendencias de beneficios a la baja, debido a que los costes de financiación siguen siendo altos y el suministro crediticio reducido. "Por ello, vemos la necesidad de un mecanismo de apoyo europeo específicamente para recapitalizar el sistema bancario español", añade.

En este sentido, el estudio señala que es "improbable" que el Tesoro español sea capaz de captar los 50.000 millones de euros que considera necesarios para el sector bancario y recuerda que el sistema español ha incrementado reciente su dependencia de la financiación del Banco Central Europeo (BCE).

En mayo de 2010, el sector bancario estaba haciendo uso de los mecanismos de financiación del BCE en torno a dos veces de lo que lo había hecho en momentos anteriores a la crisis económica y agrega que la situación de estrés de financiación que afecta a los bancos españoles les hace más dependientes del BCE.

"Ausente la facilidad de préstamo del BCE, no está claro cómo el sector bancario habría encontrado otras fuentes alternativas de financiación", agregó en el informe.

Con más de 3 billones de euros en activos y 1,8 billones de euros en préstamos, apoyados en 1,4 billones de euros en depósitos, 1 billón de euros de financiación mayorista (incluido el interbancario) y 188.000 millones de euros en capital para 2009, el sistema bancario español es demasiado grande como para no ser abordado desde un punto de vista político.

El RBS afirma que el sistema bancario español afronta "una situación de tormenta perfecta desde el punto de vista del desapalancamiento, una crisis de financiación mayorista y una preocupación por la calidad crediticia centrada en torno a un mercado inmobiliario débil y a unos constantes crecimientos de las tasas de morosidad".

Por otro lado, el informe elaborado por la entidad estima que existe un 60% de probabilidades de que la economía española entre de nuevo en recesión, ya que la mejorar de las exportaciones va a ser insuficiente para compensar el impacto negativo del estrés sobre la deuda soberana y la banca.

En este sentido, apunta que la recuperación en España ha sido impulsada por un repunte muy fuerte en las exportaciones a pesar de la consabida falta de competitividad que la economía ha experimentado en los últimos veinte años.

Así, subraya que este factor se debe al hecho de que España se beneficia de un stock muy grande de inversión extranjera directa en el sector manufacturero, con Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos como los cuatro mayores inversores. Además, apunta que un repunte del comercio exterior alemán beneficia a España a través del comercio interior de las firmas o del comercio entre ellas.

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