sábado, 31 de julio de 2010

Cuba se prepara para sumergirse en la exploración de petróleo

LA HABANA.- Una plataforma de perforación construida en China llegará a Cuba a comienzos de 2011, despejando el camino para la exploración a gran escala de los yacimientos de crudo hasta ahora inexplorados.

Compañías con contratos para buscar petróleo y gas en las aguas cubanas del Golfo de México ya comenzaron los preparativos para perforar una vez que la plataforma Scarabeo 9 llegue a la isla de gobierno comunista.

Un responsable de Saipem, filial de la petrolera italiana Eni, dijo que la enorme plataforma semi sumergible debería salir a finales de año de los astilleros Yantai Raffles en Yantai, China.

La travesía a Cuba tardaría dos meses y una vez que llegue sería puesta en operación casi inmediatamente, dijo la fuente, que pidió no ser identificada.

Será utilizada para abrir un pozo de exploración por parte de un consorcio liderado por el gigante español Repsol YPF, que en 2004 perforó el único pozo marítimo en Cuba y dijo que encontró hidrocarburos.

Cuba ha dicho tener 20.000 millones de barriles de petróleo en sus yacimientos marítimos, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos hizo un cálculo más modesto de 4.600 millones de barriles y 10 billones de pies cúbicos de gas.

Repsol ha guardado silencio sobre el largo retraso en las operaciones en Cuba, pero la industria petrolera asume que se debe a las restricciones impuestas por el embargo estadounidense a Cuba.

El embargo limita la cantidad de tecnología estadounidense que puede ser utilizada, lo que complica encontrar equipos porque el negocio de la exploración marítima está en gran medida dominado por compañías de ese país.

La construcción de la Scarabeo 9 se inició en 2006 por la firma noruega Frigstad Discoverer Invest Limited, pero la compañía fue comprada por Saipem en 2007.

La plataforma debía haberse terminado en septiembre de 2009, pero fue retrasada por modificaciones exigidas por Saipem, dijo el responsable de la empresa.

Repsol planea al menos un pozo de exploración y quizá un segundo. Luego la plataforma será usada por otras compañías con contratos de exploración en aguas cubanas.

La parte cubana del Golfo de México está dividida en 59 bloques, 17 de los cuales fueron contratados por compañías como Repsol, la malaya Petronas, la brasileña Petrobras, la venezolana PDVSA y PetroVietnam.

Repsol está asociada con la noruega Statoil y con ONGC Videsh Limited, una unidad de la indias Oil and Natural Gas.

Diplomáticos en La Habana han dicho que Petronas operaría la plataforma después que Repsol termine su exploración.

Petronas, que contrató cuatro bloques, realizó estudios sísmicos y construyó oficinas para su personal que llegará a Cuba para el proyecto, según fuentes de la industria.

También está en conversaciones para una posible asociación con la rusa Gazprom Neft, el brazo petrolero de la empresa de energía Gazprom, cuyo principal ejecutivo dijo el mes pasado que la empresa quiere asociarse a Petronas para explorar en Cuba.

ONGC Videsh, que contrató dos bloques por su cuenta independientemente del consorcio con Repsol y Statoil, ya solicitó ofertas de equipos incluyendo bocas de pozos submarinas y tuberías de revestimiento para su planeada exploración.

La petrolera rusa Zarubezhneft posee dos bloques cercanos a la costa que, según dijo, planea explorar el próximo año, pero tiene también un acuerdo con PetroVietnam para participar en la exploración de los tres bloques de la empresa asiática.

Zarubezhneft abrió en junio una oficina en La Habana, según la agencia estatal de noticias rusa Ria Novosti.

Varias empresas internacionales de servicios petroleros solicitaron información sobre las regulaciones cubanas en temas que van desde las normas de seguridad hasta aspectos financieros y tributarios, dijeron diplomáticos extranjeros en la isla.

La petrolera estatal cubana Cupet no ha dicho una palabra sobre la actividad marítima y ha rechazado solicitudes de entrevista.

Un responsable del Gobierno dijo que las últimas solicitudes habían sido denegadas porque Cupet no quería hablar mientras durara el derrame del pozo de BP en el Golfo de México.

El derrame no ha llegado a las costas de Cuba, pero ha disparado las preocupaciones sobre la seguridad de las perforaciones tanto en el Gobierno como entre las petroleras extranjeras que contrataron bloques, dijeron fuentes de la industria.

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