sábado, 17 de julio de 2010

El Banco de España intervendrá la CAM si no se mantiene en el SIP liderado por Cajasturias

MADRID.- Altos funcionarios del Banco de España han advertido a Caja Mediterráneo (CAM) que el lunes 26 de julio será intervenida por este órgano supervisor si no se mantiene finalmente en el SIP que lidera Cajasturias, tal como se comunicó oficialmente antes del pasado 30 de junio para poder acceder a las ayudas previstas por el FROB, según informa la agencia NEM.

Tanto su presidente, Modesto Crespo, como su director general, Roberto López, han sido conminados a volver al seno del SIP con Caja Cantabria y Caja Extremadura e informados de que no recibirán ninguna ayuda a nivel individual si optan por salirse de ese grupo.

Tienen una semana, como máximo, para acatar el deseo del Banco de España y evitar así una intervención obligada que, sin embargo, desde dentro de la CAM no se ve tan clara ni tan fácil sin que sufra aún más la solvencia del Reino de España en los mercados internacionales.

Se baraja como hipótesis la entrada de la CAM en otro SIP distinto (se apunta al que lidera Caja Madrid con Bancaja) o un nuevo tipo de fusión con Ibercaja, por ejemplo. Parece que por ahí podrían ir los tiros ahora si el Banco de España lo aceptase como mal menor para dar salida a este imprevisto.

Lo que el Banco de España no desea es que se cree un precedente y quienes se consideran perdedores en un SIP se replanteen ahora su pertenencia y obstaculicen la conclusión de la urgente reforma del sistema financiero español alentada desde Francfort y Bruselas.

Es lo que podría suceder a continuación, por ejemplo, con el SIP que lidera Cajamurcia y del que se podrían descolgar en septiembre CajaGranada y Caixa Penedés al comprobar que sus ejecutivos han entregado todo el poder a un señor de Lorca (no confundir con la ley orgánica del mismo nombre) a cambio de nada y sabiendo lo que ahora saben de él e ignoraban en el momento de la firma.

El Banco de España no está dispuesto a que la integración de la CAM con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, que ya tiene aprobadas las ayudas públicas, acabe en papel mojado.

En el encuentro urgente de ayer viernes en el Banco de España, se conminó a los directivos de la CAM a aceptar que el poder del nuevo grupo quede totalmente en manos de Cajastur. Así lo firmaron en el preacuerdo de mayo y en el contrato que entregaron al supervisor el 28 de junio, según aseguran todos los participantes de la operación, salvo ahora la caja murciano-alicantina.

Pero la CAM mantiene que desde el primer acuerdo hasta el que se tiene que aprobar ahora de forma definitiva se ha incrementado de forma descomunal el poder del consejero delegado y primer ejecutivo del nuevo grupo, y a la sazón el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez.

La CAM argumenta que tiene tanto poder que ni siquiera se le puede cesar sin que él esté de acuerdo.

Los otros participantes en la fusión niegan este extremo e insisten en que tiene los poderes normales de un primer ejecutivo de una compañía, que puede tomar decisiones pero tiene que someter otras a la aprobación del Consejo de Administración.

La CAM intentará negociar este fin de semana con Cajastur, pero ésta no está dispuesta a hacer concesiones porque sabe que es la caja alicantina la que tiene encima la presión, pues es la que realmente necesita ayudas cuanto antes debido a su situación interna.

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