Los ministros de Finanzas, George Papacostantinou, y de Economía, Competencia y Navegación, Louka Katseli, por parte de la República Helénica, y el vicepresidente del BEI, Plutarchos Sakellaris, por parte de la institución, han firmado este jueves el préstamo en un acto que ha tenido lugar en Atenas.
El BEI realizará de forma inmediata el desembolso de un 30% del préstamo, unos 600 millones de euros, mientras que el resto se entregará en función de proyectos específicos. Su duración será de 25 años, con un periodo de gracia máximo de siete años, y tendrá un tipo de interés que puede ser fijo o variable y que se moverá en un rango de entre el 2% y el 4%.
El dinero prestado irá destinado principalmente a áreas prioritarias que Grecia ha identificado como "cruciales" para su desarrollo a largo plazo y está en consonancia con la estrategia de la Unión Europea para el crecimiento a largo plazo, conocida como EU2020. "La estrategia enfatiza en innovación, educación, la sociedad digital y la lucha contra el desempleo", apunta el BEI en un comunicado.
En este sentido, concreta que financiará parte de la contribución recogida en el presupuesto del país destinada a proyectos considerados fundamentales, para ayudar a "reducir el riesgo de que se pospongan inversiones en infraestructuras y activos regionales claves".
Durante al acto, Papaconstantinou destacó que este acuerdo supone "un voto de confianza" en la economía griega en un momento en que es necesario hacer un fuerte ajuste fiscal e iniciar a la vez una senda de desarrollo sostenible, fomentando la inversión.
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