En el informe correspondiente al denominado Articulo IV, que analiza la situación de la economía estadounidense, el FMI considera que la recuperación económica en Estados Unidos sigue en marcha, apoyada principalmente por una amplia respuesta política.
Sin embargo, la institución reclama más medidas para lograr un crecimiento estable en el medio plazo y limitar los riesgos derivados de algunos acontecimientos internacionales adversos, dado que la recuperación depende del apoyo gubernamental, de un menor aumento de los riesgos y de los problemas del sector financiero y de la fiscalidad a largo plazo.
En este sentido, considera "apropiado" mantener el apoyo macroeconómico este año ante la debilidad de la demanda, el alto desempleo y las persistentes tensiones financieras. A pesar de ello, cree que la retirada de los estímulos prevista para 2011 es "apropiada".
Aun así, considera que existe espacio para un pequeño ajuste fiscal si los riesgos a la baja se materializan, que debe ser complementado con medidas para recuperar la credibilidad en el medio plazo.
Asimismo, subraya como uno de los desafíos claves de la economía estadounidense mantener la deuda pública en una senda sostenible. En esta línea, aplaude el compromiso de las autoridades con la estabilización fiscal, pero ve necesario un mayor ajuste presupuestario para estabilizar la deuda respecto al Producto Interior Bruto (PIB), lo que requiere nuevas medidas en los gastos y los ingresos de cara a 2011, por ejemplo en lo referente las prestaciones sociales.
Por otro lado, destaca que el sistema financiero estadounidense se ha fortalecido, pero alerta de que sigue siendo "vulnerable" ante posibles "shocks". En este sentido, recalca que la titulización privada sigue estando "deteriorada" y los bancos pueden carecer a cierre de balance de la fortaleza necesaria para apoyar una futura demanda de crédito. "En consecuencia, los bancos deben reconocer claramente los riesgos de su balance y tener el suficiente capital para apoyar la recuperación", remarca.
El FMI apoya también la labor realizada por la Reserva Federal, así como la reforma financiera llevaba a cabo en Estados Unidos, pero alerta de que una firme aplicación de la misma será "crucial". Así, ve "esencial" que exista una "estrecha coordinación" entre las agencias regulatorias, y apunta que la reforma perdió la oportunidad de consolidar el complejo conjunto de reguladores.
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