viernes, 30 de julio de 2010

El Mundial y la playa no ocultan el drama del paro en España

MADRID.- Atrás queda la euforia desatada en todo el país después de que hace dos semanas España se proclamara campeona del mundo de fútbol por primera vez en la historia. Ajenos a la playa y las vacaciones de verano, millones de ciudadanos muestran la cara más sombría de una crisis económica que no pasa.


En muchas familias todos sus miembros están en paro, más de 1,3 millones de hogares, de acuerdo con los datos de la última Encuesta de Población Activa conocidos el viernes. Un impresionante salto de casi un millón respecto al tercer trimestre de 2007, cuando la crisis estalló con fuerza.

El número de parados en el segundo trimestre del año se situó en 4,65 millones, un 20,09 por ciento de la población activa, según los datos de la EPA. Estas cifras sitúan a España en los lugares de cabeza de la Unión Europea y no muestran señales de reducirse, aunque el Gobierno confía en que a finales de este año o a primeros de 2011 se vuelva a crear empleo gracias a la reforma laboral recién aprobada y a una mejora general en las condiciones económicas.

Antes de que el déficit público del 11,2 por ciento del PIB le obligara a aprobar una serie de recortes en el gasto, el presidente del Ejecutivo socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, destacaba que ha mantenido las políticas sociales a pesar de la crisis y la creación de subsidios y programas de protección para aquellos que agotan las prestaciones y para los más desfavorecidos.

La escasez de agitación social con un desempleo tan elevado es un elemento que llama la atención y que desde el mayor sindicato del país, Comisiones Obreras, se explica fundamentalmente por dos causas: un "porcentaje altísimo de economía sumergida" y un "colchón familiar que en momentos de crisis funciona como una auténtica política social muy solidaria", explica a Reuters Paloma López, secretaria confederal de Empleo y Migraciones de CCOO.

El Gobierno lanzó en marzo un plan de lucha contra el fraude con el que espera recaudar un 0,1 por ciento más al PIB de 2013. A primeros de año, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cifró la economía sumergida en España en entre un 16 y un 20 por ciento del PIB.

Criticados desde algunos medios de comunicación por la falta de respuesta ante el crecimiento del paro, algo que ellos atribuían a "un ejercicio de responsabilidad", en junio CCOO y UGT convocaron una huelga general para el 29 de septiembre.

La ONG católica Cáritas - que dice haber tenido un aumento del 103 por ciento en el número de solicitudes recibidas en sus servicios de acogida y asistencia, pasando de 400.000 a 800.000 entre 2007 y 2009 -, señala la existencia de un perfil significativo en las personas que les piden ayuda: gente que acude por primera vez, "con vergüenza", afectados por espirales de paro de larga duración, elevado nivel de endeudamiento y desprotección social.

"Aumentan las familias y personas con nacionalidad española en situación de vulnerabilidad, con el cabeza de familia varón en paro (mayor de 40 años), con hipotecas o créditos personales a los que no pueden hacer frente. Vivían con lo justo, sin recursos para ahorrar, y han agotado los apoyos familiares, las prestaciones por desempleo" y acuden en busca de ayuda psicológica, para la vivienda, alimentación o libros de texto, cuenta en su V Informe del Observatorio de la Realidad sobre la crisis.

En 2009, el 13,7 por ciento de los hogares españoles manifestó llegar a fin de mes con mucha dificultad, la cifra más elevada de los últimos seis años, de acuerdo con la encuesta de condiciones de vida del INE.

Cáritas, que critica la precariedad de la protección social y que durante "el pretendido crecimiento económico" de la década anterior a la crisis no se redujera la tasa de pobreza, manteniéndose estable en torno a un 19 por ciento, menciona también una situación llamativa: la del retorno a hogares paternos.

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