Tras meses de intenso debate, la iniciativa salió adelante por 60 votos a favor y 39 en contra, lo que abre la puerta a un endurecimiento de la regulación sobre la industria financiera. Asimismo, establece nuevas medidas de protección para el consumidor, aumenta el poder de las instituciones reguladoras y limita las operaciones consideradas de riesgo, entre otras medidas.
Obama, que previsiblemente firmará la reforma la próxima semana, propuso en junio del año pasado emprender unos cambios que no han gustado a gran parte de la industria bancaria. La Cámara de Representantes dio su visto bueno a la norma el mes pasado.
La intención del presidente en un primer momento era contar con el apoyo del Partido Republicano, en aras del bipartidismo que Obama reclama para apoyar los proyectos más importantes. Sin embargo, sólo tres senadores republicanos se sumaron este jueves a los 55 demócratas y a dos independientes que votaron a favor.
El senador demócrata Christopher Dodd, uno de los autores del texto, se dirigió a la población para decirles que, si bien no puede devolverles el empleo o las inversiones perdidas, sí puede anticipar que esta reforma intentará que Estados Unidos "nunca jamás" vuelva a pasar por situaciones económicas como la vivida en los últimos años.
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