viernes, 16 de julio de 2010

Expectativa por el posible fin del peor desastre ambiental de EEUU

WASHINGTON.- La gigante petrolera británica BP consiguió cortar por primera vez el derrame de crudo que desde abril contamina sin parar el Golfo de México y generó esperanzas este viernes de acabar con la pesadilla del peor desastre ambiental de la historia de Estados Unidos.

Aunque el presidente Barack Obama advirtió no celebrarlo antes de que se completen las pruebas, la noticia de que las tres válvulas del gigantesco embudo se habían cerrado el jueves fue un rayo de luz para los residentes de la costa cuyos medios de vida han sido devastados.

En Londres, las acciones de BP subían un 4,29% este viernes, después de un desastre que hasta el momento le ha costado a la compañía británica 3.500 millones de dólares. La compensación por el dañado causado por millones de barriles de petróleo derramado podría eventualmente llegar a diez veces esa cifra.

El anuncio fue hecho por el vicepresidente senior de BP, Ken Wells, después de que en la tarde del jueves, los ingenieros de BP cerraran la última de tres válvulas del embudo colocado sobre el pozo dañado. "Estoy muy contento de ver que no fluye petróleo hacia el Golfo de México", dijo Wells en declaraciones a la prensa, pero advirtió de que era sólo el comienzo de un difícil proceso de pruebas de 48 horas para analizar las condiciones del pozo subterráneo.

Asimismo, Obama, cuyo gobierno ha liderado la presión ejercida sobre BP para detener el flujo de petróleo, saludó la noticia como una "señal positiva", aunque también advirtió: "Aún estamos en la fase de pruebas".

A causa del derrame han debido cerrar activas zonas pesqueras, y los turistas se han mantenido lejos de estas costas, dos fuentes de ingresos vitales para esta región sur del país, que todavía lucha por recuperarse tras el paso del huracán Katrina, en 2005.

También la flora y fauna salvaje se ha visto cada vez más amenazada por las inmensas manchas de petróleo que se arriman a las costas de cinco estados: Texas, Luisiana, Misisispi, Alabama y Florida.

Previsto inicialmente para el martes, el comienzo de las pruebas fue demorado por el gobierno estadounidense, que procuró despejar todos los riesgos y dio la autorización para su realización el miércoles. Pero un contratiempo volvió a demorarlo hasta el jueves,después de que los ingenieros de BP detectaran una fuga en la tubería durante los preparativos, que luego fue reparada.

Las pruebas buscan determinar si el pozo, que se extiende por cuatro kilómetros debajo del lecho marino, se dañó por la explosión de la plataforma submarina de finales de abril. BP espera bombear el flujo del pozo, pero hacerlo desde la superficie podría forzar nuevas filtraciones si resultó afectado.

El jefe operativo de BP, Doug Suttles, advirtió a su turno a la prensa de que aún no es momento de celebrar el fin del derrame. "Creo que es una señal alentadora. En un par de días quizás sea aún más alentadora, pero sin celebraciones", afirmó.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que el hundimiento de la plataforma 'Deepwater Horizon', el 22 de abril, ha provocado hasta el momento un derrame de 2,3 a 4,5 millones de barriles de crudo.

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