domingo, 18 de julio de 2010

Feria aérea pone en Gran Bretaña a prueba la salud del mercado aeronáutico

LONDRES.- Fabricantes de aviones, aerolíneas, ministros de gobiernos y altos oficiales militares se congregaban el domingo en la Feria Aérea Internacional de Farnborough, en medio de esperanzas de que la declinación de casi dos años en las industrias de aviación y defensa esté llegando a su fin.

El aterrizaje del esperado - y demorado - Boeing 787 el domingo en la pista de Farnborough ayudó a generar interés al inicio del acto más importante del sector.

"Esta es la forma en que se construirán los aviones en los próximos 80 años", dijo el director ejecutivo de Boeing Co., Jim McNerney, en declaraciones a reporteros tras el aterrizaje de la aeronave, pero reconoció que la entrega del aparato -retrasada ya más de dos años a causa de problemas en la producción- pudiera aplazarse hasta 2011.

"El plan es para el fin del año", dijo. "Pudiera haber algunos trámites que lo demoren hasta el año próximo", afirmó.

Aún persisten preocupaciones sobre la lenta recuperación económica global y drásticos recortes a los presupuestos nacionales de defensa.

Nuevos pedidos de aviones comerciales casi seguramente quedarán limitados a compradores en fuertes mercados emergentes en el Oriente Medio y Asia, al tiempo que la actividad en la parte militar de la feria va a ser baja.

Boeing y su rival Airbus, entretanto, llegan al evento enfrentando retos en el sector de aviones de pasajeros de capacidad media de parte de productores menores, especialmente Bombardier, de Canadá; y Embraer, de Brasil.

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