Así, el rotativo explica en un editorial que los resultados de dichas pruebas de esfuerzo son menos importantes que los datos aportados a los inversores, en línea con los ocurrido en los exámenes a los que se sometió el año pasado a los bancos de EEUU, donde los criterios aplicados tampoco fueron los más duros posibles, aunque sí permiteron a los mercados el acceso a suficiente información como para formarse su propia opinión.
"Esta es la razón por la que el secretismo de los bancos alemanes respecto a sus carteras de deuda soberana resulta tan perjudicial", afirma el periódico, que recuerda que "la opacidad de los balances hizo posible la crisis, algo que no puede mantenerse".
Así, el diario recuerda que cuando los temores sobre la deuda soberana amenazaban a los países de la periferia del euro, un número creciente de entidades de financiación mayorista veían a los bancos españoles como 'zombies'.
Tras su complacencia inicial, Madrid comprendió que tenía que limpiar cualquier síntoma de putrefacción en los bancos para que no se contaminara el conjunto del sistema o de la economía en general, afirma el rotativo.
"De manera elogiable, aún en su imperfección, el Gobierno decidió forzar la consolidación de las cajas, proporcionó un mecanismo a los bancos para su recapitalización y, de manera crucial, brindó su apoyo incondicional a los test de estrés de la UE", señala 'FT'.
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