martes, 20 de julio de 2010

Hungría rechaza la presión del FMI sobre el modo de sanear sus finanzas

BUDAPEST.- El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo este martes que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos internos de Hungría, tras el fracaso de negociaciones sobre las medidas a adoptar para sanear sus finanzas públicas.

"Hungría tiene una sola obligación de cara al FMI y es la de mantener el déficit debajo del 3,8% (del PIB, Producto Interior Bruto), algo que cumpliremos", dijo Orban a la prensa.

La divisa húngara, el forint, sufrió una fuerte sacudida el lunes con respecto al euro, a raíz de las advertencias del FMI y la Unión Europea (UE) sobre la necesidad de que el país adopte "decisiones difíciles" para sanear sus finanzas.

El FMI y la UE acordaron un préstamo de 20.000 millones de euros a Hungría en octubre de 2008 para evitar la quiebra del país. El préstamo, que debía expirar en marzo de 2010, fue extendido hasta el próximo octubre, aunque los giros del mismo quedaron por el momento suspendidos ante la falta de acuerdo sobre las medidas a adoptar.

Las recientes misiones del FMI y la UE que visitaron Hungría entre el 6 y el 17 de julio comprobaron que el gobierno conservador húngaro no había efectuado estudios de factibilidad en cuanto a los efectos de una posible tasa adicional sobre los bancos que debería aportar hasta 650 millones de euros anuales.

Además, las cifras del presupuesto previsional para 2011 son muy vagas, según ambas instituciones.

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