Los temas medioambientales ya han provocado roces en Islandia en el pasado. En 2005, la construcción de una planta de energía para la fundición de aluminio provocó una serie de protestas ciudadanas.
Bjork dijo que no está de acuerdo con la venta de la compañía islandesa HS Orka a la canadiense Magma Energy e instó a los miembros del Parlamento a que reconsideren la gestión.
"¡Miembros del Parlamento! Nosotros, los islandeses, pedimos una discusión transparente, abierta y una reconsideración acerca de la venta de nuestros recursos naturales", dijo Bjork a periodistas.
"¿No debería la nación poder decidir por sí misma si está dispuesta a vender sus recursos naturales, mediante un cambio de ley que autorice un referendo nacional?", añadió la artista.
La energía geotérmica, generada por el calor de los volcanes, es uno de los recursos naturales más valiosos de Islandia y podría atraer a muchos inversores, necesarios después de la crisis financiera de 2008.
Una portavoz de Magma dijo que la compra de la compañía beneficiará a Islandia.
"Lo que estamos haciendo es usar los recursos y pagar las comisiones a sus dueños", dijo Alison Thompson, vicepresidenta de relaciones corporativas de la empresa.
Thompson también subrayó que Magma no tiene pensado realizar despidos y que el acuerdo estimularía la economía.
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