miércoles, 21 de julio de 2010

La economía alemana repunta, gracias a medidas de estímulo

BERLÍN.- Alemania, la locomotora económica de Europa, ha repuntado luego de una recesión dolorosa gracias entre otras cosas a la demanda extranjera por sus automóviles y maquinaria industrial, pero también está cosechando los beneficios de un gasto interno de estímulo que ayudó a mantener en marcha el motor del país durante la recesión.

Los economistas apuntan en particular al apoyo que dio el gobierno para mantener laborando a los trabajadores durante menos horas diarias en vez de despedirlos, una medida que conservó más dinero en los bolsillos de la gente, mantuvo el consumo interno y evitó un rebote fatal en el crecimiento del desempleo.

A medida que la situación mejora, los programas de estímulo se están reduciendo, pero el gobierno espera superar su estimación de crecimiento económico. Mientras tanto, los fabricantes de automóviles Daimler AG y BMW AG dicen que sus perspectivas han mejorado, lo suficiente como para que BMW le pague a sus trabajadores un bono en agradecimiento por su compromiso durante los momentos difíciles.

No está mal para un país donde la economía se contrajo un doloroso 4,9% sólo el año pasado, con seguridad el peor desempeño de la mayor economía de Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Alemania es ahora un punto brillante en un continente que todavía trata de superar la recesión y que lucha con una pesada carga de deuda soberana en algunos países.

Hasta ahora, el gobierno pronostica que Alemania crezca 1,4% en 2010, pero los funcionarios esperan que la cifra real pueda ser del 2%.

"Ahora tenemos una situación donde la recuperación económica es muy fuerte", dijo el miércoles la canciller Angela Merkel. "Alemania fue más fuerte en esta crisis de lo que se pensaba. Eso, por supuesto, tiene que ver en parte con el hecho de que tomamos las medidas políticas adecuadas".

La principal fuerza impulsora de Alemania, un exportador importante, sigue siendo el crecimiento de la economía mundial, dijo el Bundesbank (banco central). Sin embargo, el consenso general es que el camino hacia la recuperación fue pavimentado en parte por el gasto público.

Eso incluyó dos paquetes de estímulo por valor de unos 104.000 millones de dólares (80.000 millones de euros), que incluyó gasto en infraestructura, como carreteras, escuelas y otros proyectos, así como un bono ya vencido para el reemplazo de automóviles viejos.

Eso impulsó las ventas en el país durante gran parte de 2009. Este año, los fabricantes de automóviles de Alemania se están beneficiando de grandes incrementos en la demanda de mercados de exportación como China y Estados Unidos.

El economista en jefe de Deka Bank en Francfort, Ulrich Kater, expresó esperanzas de un crecimiento cercano al 2,5% este año, pero advirtió que el segundo trimestre "fue claramente el punto culminante de la recuperación".

"Esta recuperación no se interrumpirá, pero será significativamente más lenta", dijo. Aún así, dijo que la producción alemana podría llegar en 2012 a su nivel de 2008, previo a la crisis.

Andreas Rees, economista de UniCredit en Munich, dijo que los indicadores económicos actuales son positivos en los próximos meses, pero que los negocios y perspectivas de los inversores se están atemperando ahora.

"Después de la recesión más dura que nunca y un alza sorprendentemente fuerte en los últimos 21 meses, hay un montón de signos de interrogación y de incógnitas sobre el futuro", escribió Rees en un informe de investigación.

Entre otras cosas, "el fin gradual de los paquetes de estímulo fiscal, más los recortes al gasto público en los países europeos, representan el riesgo de un retroceso más fuerte de lo esperado", dijo.

Merkel dijo que es demasiado pronto para cantar victoria o ceder a los pronósticos apocalípticos. "No diría todavía que (el crecimiento) se sitúa sobre bases estables y duraderas, así que debemos tener cuidado de poner en práctica las políticas adecuadas".

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