viernes, 16 de julio de 2010

La economía del próspero noreste mexicano afronta graves daños por el huracán

MONTERREY.- El noreste de México, polo industrial y por donde fluye casi el 40% del vital comercio hacia Estados Unidos, se enfrenta al reto de reconstruir los daños que dejó el huracán Alex, que destruyó carreteras y puentes, paralizó el tránsito de mercancías, anegó cultivos y afectó 3.700 empresas.

El presidente Felipe Calderón anunció un plan de alivios por 1.500 millones de dólares que incluye una reprogramación de impuestos para las empresas de los tres estados del noreste, que por su ubicación respecto a Estados Unidos constituyen una de las zonas más prósperas de México.

"Estamos apoyando decididamente a los contribuyentes afectados de los municipios de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, al permitirles diferir y deducir de manera inmediata un monto de impuestos equivalente a 20.000 millones de pesos" (unos 1.500 millones de dólares), dijo Calderón.

Las medidas anunciadas por Calderón son las primeras para paliar los daños que dejó el ingreso hace dos semanas al noreste mexicano del primer huracán de la temporada del Atlántico.

Aún ninguna entidad se atreve a dar una cuantificación del total de los daños que provocó, pero los estimativos parciales son suficientemente dramáticos.

Alex y las lluvias que se sucedieron en los días siguientes provocaron la muerte de 22 personas, la destrucción de 36 puentes, una decena de carreteras y dejaron sin vivienda a 40.000 personas.

La intensidad de las precipitaciones saturó a una decena de presas en la región, que se vieron obligadas a abrir sus compuertas, inundando más de 200.000 hectáreas de cultivos.

En Monterrey, capital de Nuevo León, el ambiente es de preocupación, según admiten sus autoridades.

Esa ciudad, que con casi 4 millones de habitantes en su zona metropolitana es la tercera de México y que sirve como sede de algunas de las más importantes empresas mexicanas que exportan hacia Estados Unidos, como la cementera Cemex y la vidriera Vitro, sufrió graves daños en su infraestructura.

"Hemos estimado que necesitaremos 10.000 millones de pesos para la construcción", indicó el gobernador Rodrigo Medina.

"Nuevo León ha sido un generador de riqueza para todo México, conviene que se reponga rápido, tenemos 4% de la población del país y aportamos el 8% del Producto Interno Bruto y veníamos teniendo hasta ahora el primer lugar en generación de empleo, apertura de empresas e inversión extranjera", señaló Medina.

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros dijo recién a fines de mes tendrá una estimación real de los daños provocados por las aguas.

Recaredo Arenas, presidente de la agremación, estimó empero que la cifra que tendrán que desembolsar será inferior a los 2.000 millones de dólares pagados tras el paso en 2005 del huracán Wilma.

La principal preocupación para los empresarios son las dificultades para el transporte de mercancías, practicamente paralizado por dos semanas.

El tránsito por la principal carretera que une Monterrey con la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, recién se normalizó el miércoles. Por los tres puentes de Nuevo Laredo se mueven habitualmente 6.000 camiones de carga diariamente. Este jueves miles de vehículos hacían fila para pasar la frontera.

"Tenemos unos 20.000 'trailers', de ellos 12.000 que esperan pasar hacia Estados Unidos y 8.000 en sentido contrario", dijo a periodistas José Muñoz, de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga.

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