jueves, 29 de julio de 2010

La Eurozona se da un respiro tras atravesar su peor crisis económica

BRUSELAS.- Los resultados positivos de las pruebas de resistencia bancaria y la mejora de las perspectivas económicas han dado un respiro vital a la Eurozona, golpeada por una recesión histórica y una crisis de su deuda soberana que hizo tambalear sus cimientos.

De los 91 bancos europeos sometidos a las pruebas de solvencia, únicamente siete no las superaron, un dato suficientemente positivo para devolver esta semana la calma a los mercados.

Las bolsas europeas reaccionaron al alza tras la publicación el viernes de los tests, y los valores de las entidades financieras recobraron el aliento, al tiempo que los bonos de países considerados de riesgo, como España, recuperaban con vigor su rentabilidad.

Estos signos alentadores se vieron reforzados por la publicación de varios indicadores que permiten pensar que la recuperación económica en los 16 países de la Eurozona vuelve a ponerse en marcha.

El índice de confianza de las empresas y consumidores de la zona euro alcanzó en julio su nivel más alto desde marzo de 2008, antes de que estallara la crisis financiera mundial con la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, publicó este jueves la Comisión Europea.

Los pedidos industriales siguen además en aumento desde febrero, el índice de directores de compra (PMI) señala una aceleración del crecimiento de la actividad privada y en Alemania, primera economía de la región, la moral de los directivos experimentó en julio su mayor alza desde la reunificación del país.

"La recuperación de la Eurozona está en marcha", aseguró Clemente De Lucía, economista en el banco francés BNP Paribas.

Este experto prevé una "aceleración" del crecimiento en el segundo trimestre que podría alcanzar entre 0,6% y 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB), tras un débil progreso del 0,2% en los tres primeros meses del año.

La subida "inesperada" del índice de confianza en julio contribuirá a "alejar los temores" de una nueva recesión en la zona euro, afirmó por su parte una nota de análisis del grupo bancario ING.

Tras sufrir la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, Europa retomó en el tercer trimestre de 2009 el camino de la recuperación, pero la economía en seguida volvió a estancarse por la crisis de la deuda soberana, alimentada en gran parte por los miles de millones de euros que los Gobiernos destinaron a salvar al sistema financiero.

El pánico se instaló durante el primer semestre del año en los mercados, temerosos de una quiebra de países fuertemente endeudados como Grecia, España o Portugal. Para frenar la debacle, Europa se comprometió entonces con ambiciosos planes de austeridad que buscaban sanear las arcas públicas.

Con la divulgación de los tests de solvencia bancaria, la zona euro parece cerrar con un aprobado un periodo en la que todos los fundamentos de su economía han sido puestos a prueba.

Pero si bien la economía podría acelerar su crecimiento en el segundo trimestre, "la actividad probablemente se ralentizará en el último trimestre del año", previene De Lucía. "El crecimiento mundial, que ha apoyado la fuerte recuperación en el sector manufacturero, pierde velocidad y la austeridad presupuestaria podría pesar de forma significativa en la demanda interior".

Muchos economistas destacan además que los consumidores siguen mostrándose muy prudentes a la hora de efectuar grandes gastos.

El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, pronostica "varios años de crecimiento débil" en Europa, con un progreso de únicamente el 1% del PIB en 2010, frente al 3,3% en Estados Unidos o el 10,5% en China.

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