LONDRES.- Las plazas del Viejo Continente acumulan subidas de hasta el 10% en las últimas seis sesiones. Hoy, la séptima, se han tomado una pequeña pausa y han terminado con caídas del 0,20%. El Ibex-35, cuyo comportamiento es más positivo que el de sus compañeros europeos, ha cerrado la sesión con ligeras subidas del 0,19%.
“El selectivo español es el único que ha conseguido superar los máximos de finales de junio, lo que es una señal de fortaleza”, indican los analistas técnicos de Trader Watch, que explican que se trata de un primer máximo creciente relativo. “Esta situación no se da ni en Europa ni en Estados Unidos”, recuerdan.
Las bolsas europeas cerraron ligeramente a la baja, poniendo fin a seis sesiones consecutivas de subidas, arrastradas por las caídas de las acciones bancarias por el temor a que se impongan nuevas normas de riesgo y capital al sector.
El optimismo parece ser la tónica general entre los inversores que, sin embargo, se enfrentan a importantes acontecimientos en las próximas semanas. Los más relevantes son, como siempre, los que tienen que ver con el sector financiero.
Además de los ya archifamosos tests de estrés, los bancos conocerán pronto la nueva regulación europea que está elaborando Europa, y que se perfila estos días en el Comité de Basilea. Las especulaciones a este respecto son variadas, ya que algunas voces hablan de exceso de regulación, y otras de normas demasiado suaves.
En Estados Unidos, donde la nueva regulación ya está redactada y es muy similar a la que se impondrá en Europa, el excéntrico analista Jim Rogers ha asegurado que se han exagerado los temores sobre que los bancos perderán capacidad para generar dinero.
En este escenario de constante especulación y vigilancia, los bancos españoles están siendo analizados al detalle por el miedo a que su exposición al sector inmobiliario haga peligrar a la industria bancaria española en general.
Hoy mismo se ha sabido que los préstamos del Banco Central Europeo a las entidades españolas han marcado un nuevo récord en junio al subir hasta los 126.300 millones de euros. Desde RBS hablan de problemas de financiación, pero hoy mismo Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, ha dicho en la rueda de prensa de presentación de sus resultados que se trata de una estrategia para beneficiarse de los márgenes.
En definitiva, lo que los bancos nos quitaron, solo ellos nos lo pueden devolver si zanjan todas estas incertidumbres en forma de exámenes de esfuerzo, regulación o resultados, porque mañana es el turno de JP Morgan. No obstante, todo apunta a que sean cuáles sean los resultados habrá opiniones a favor y en contra, por lo que habrá que esperar la respuesta del soberano mercado.
Las acciones tecnológicas ayudaron a compensar las pérdidas, después de que las ventas de ASML superasen las expectativas y tras los resultados del gigante estadounidense Intel.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales bolsas europeas cerró provisionalmente con un 0,14 por ciento a la baja hasta los 1.044,04 puntos.
El índice había subido un 8,2 por ciento en las seis sesiones anteriores, gracias parcialmente a la posibilidad de que la mayoría de los bancos superen las pruebas de estrés Analistas dijeron que parte del optimismo está incluido en el precio de las acciones.
"El mercado va a estar un poco nervioso hasta que se puedan ver las pruebas de estrés", dijo Colin McLEan, director de gestión en la gestora de fondos SVM de Edimburgo. BNP Paribas, HSBC y Societe Generale perdieron entre un 1 y un 2,7 por ciento.
“El selectivo español es el único que ha conseguido superar los máximos de finales de junio, lo que es una señal de fortaleza”, indican los analistas técnicos de Trader Watch, que explican que se trata de un primer máximo creciente relativo. “Esta situación no se da ni en Europa ni en Estados Unidos”, recuerdan.
Las bolsas europeas cerraron ligeramente a la baja, poniendo fin a seis sesiones consecutivas de subidas, arrastradas por las caídas de las acciones bancarias por el temor a que se impongan nuevas normas de riesgo y capital al sector.
El optimismo parece ser la tónica general entre los inversores que, sin embargo, se enfrentan a importantes acontecimientos en las próximas semanas. Los más relevantes son, como siempre, los que tienen que ver con el sector financiero.
Además de los ya archifamosos tests de estrés, los bancos conocerán pronto la nueva regulación europea que está elaborando Europa, y que se perfila estos días en el Comité de Basilea. Las especulaciones a este respecto son variadas, ya que algunas voces hablan de exceso de regulación, y otras de normas demasiado suaves.
En Estados Unidos, donde la nueva regulación ya está redactada y es muy similar a la que se impondrá en Europa, el excéntrico analista Jim Rogers ha asegurado que se han exagerado los temores sobre que los bancos perderán capacidad para generar dinero.
En este escenario de constante especulación y vigilancia, los bancos españoles están siendo analizados al detalle por el miedo a que su exposición al sector inmobiliario haga peligrar a la industria bancaria española en general.
Hoy mismo se ha sabido que los préstamos del Banco Central Europeo a las entidades españolas han marcado un nuevo récord en junio al subir hasta los 126.300 millones de euros. Desde RBS hablan de problemas de financiación, pero hoy mismo Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, ha dicho en la rueda de prensa de presentación de sus resultados que se trata de una estrategia para beneficiarse de los márgenes.
En definitiva, lo que los bancos nos quitaron, solo ellos nos lo pueden devolver si zanjan todas estas incertidumbres en forma de exámenes de esfuerzo, regulación o resultados, porque mañana es el turno de JP Morgan. No obstante, todo apunta a que sean cuáles sean los resultados habrá opiniones a favor y en contra, por lo que habrá que esperar la respuesta del soberano mercado.
Las acciones tecnológicas ayudaron a compensar las pérdidas, después de que las ventas de ASML superasen las expectativas y tras los resultados del gigante estadounidense Intel.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales bolsas europeas cerró provisionalmente con un 0,14 por ciento a la baja hasta los 1.044,04 puntos.
El índice había subido un 8,2 por ciento en las seis sesiones anteriores, gracias parcialmente a la posibilidad de que la mayoría de los bancos superen las pruebas de estrés Analistas dijeron que parte del optimismo está incluido en el precio de las acciones.
"El mercado va a estar un poco nervioso hasta que se puedan ver las pruebas de estrés", dijo Colin McLEan, director de gestión en la gestora de fondos SVM de Edimburgo. BNP Paribas, HSBC y Societe Generale perdieron entre un 1 y un 2,7 por ciento.
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