miércoles, 21 de julio de 2010

Las empresas extranjeras cada vez más molestas por el trato que reciben en China

PEKÍN.- La creciente importancia del mercado chino para las empresas del mundo entero lleva a sus responsables a quejarse cada vez más abiertamente de las discriminaciones y restricciones de las cuales estiman ser víctimas en China, la tercera economía mundial.

Si bien muchos empresarios manifiestan sus frustraciones en el anonimato, por ejemplo a través de las cámaras de comercio, otros lo hacen a cara descubierta, descontentos con el clima de inversiones en el país asiático, el más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes.

"Esas empresas tienen mucho más que perder que cuando para ellos China era sólo una experiencia interesante", juzga Patrick Chovanec, profesor de la escuela de economía y gestión de la Universidad Tsinghua de Pekín. "Las empresas ya no pueden sólo permitirse esperar que la situación mejore. Necesitan manifestar sus preocupaciones", agrega.

La semana pasada, responsables de empresas alemanas de primer nivel como BASF y Siemens sumaron sus voces a las quejas durante una reunión en la que participaban el primer ministro chino, Wen Jiabao, y la canciller germana, Angela Merkel.

El presidente del directorio del número uno mundial en el sector químico, el alemán BASF, Jürgen Hambrecht, se quejó de la obligación para las empresas extranjeras de transferir sus tecnologías a sus competidores chinos a cambio de un acceso a ese vasto mercado, según el diario Financial Times.

Por su parte, el presidente de Siemens, Peter Löscher, indicó que las empresas extranjeras "esperan encontrar condiciones equitativas en los mercados públicos".

"Se animan porque ahora sienten que mucha más gente osa quejarse", afirma Shaun Rein, director general de China Market Research Group, con sede en Shanghai.

Recientemente, Jeffrey Immelt, el presidente del grupo norteamericano General Electric, acusó a China de mostrarse hostil con los grupos extranjeros, según la prensa.

Immelt podría haber declarado durante una reunión con grandes empresarios en Roma que estaba "verdaderamente preocupado sobre China", aunque General Electric aseguró que esas declaraciones estaban sacadas fueras de contexto y habían sido deformadas.

Poco después, General Electric fue designado como uno de los proveedores del futuro avión chino C919.

Este año, Google también vivió un pulso con Pekín por la cuestión de la censura en internet, aunque finalmente vio renovada su licencia de explotación.

En los últimos meses, la Cámara de Comercio europea en China y su homóloga estadounidense también manifestaron sus preocupaciones por el trato a las empresas extranjeras, temiendo un endurecimiento de las legislaciones.

Sin embargo, uno de los expertos consultados, Shaun Rein, no piensa que haya habido demasiados cambios. "Siempre ha sido difícil operar aquí. Siempre ha sido necesario transferir tecnología y tener co-empresas. Lo que pasa es que ahora es un mercado importante", dijo.

El sábado, durante un encuentro con los empresarios alemanes, Wen Jiabao rechazó lo que calificó de "alegación" contra su país.

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