sábado, 17 de julio de 2010

Las finanzas de L'Oréal se mantienen a salvo del 'escándalo Bettencourt'

PARÍS.- La escandalosa saga político-fiscal desatada en Francia en torno a la familia Bettencourt, primer accionista de L'Oréal, no afecta por el momento las finanzas del líder mundial de los cosméticos, cuya cotización en Bolsa sigue subiendo, al igual que las ventas.

A nivel económico, el grupo se mantiene por el momento ajeno al tumulto provocado en las últimas semanas por la divulgación de grabaciones piratas según las cuales la heredera del emporio de los cosméticos, la octogenaria Liliane Bettencourt, habría defraudado al fisco francés y financiado ilegalmente a la Unión por un Movimiento Popular (UMP, partido en el poder del presidente francés, Nicolas Sarkozy).

Con un volumen de negocios en aumento de 12,4% en el segundo trimeste del año, L'Oréal sigue levantando la marcha tras sufrir en 2009 los efectos de la crisis económica.

En la Bolsa de París, la acción del grupo ganó alrededor de un 2% en un mes, pese a que el índice de los principales valores, el CAC 40, perdió un 4,8%. En un año, la acción de L'Oréal subió casi un 54%, muy por encima del 9,4% que ganó el índice de la plaza parisina.

El asunto no parece preocupar mucho a los analistas. En una reciente conferencia telefónica con los dirigentes de L'Oréal, nadie hizo ninguna pregunta sobre el asunto, en el que se ha visto implicado el ministro de Trabajo francés, Eric Woerth, al que se acusa de conflicto de intereses.

El emblemático grupo mantiene la política de no hacer ningún comentario desde que estalló el asunto, que no obstante suscitó temores de que pase eventualmente a manos extranjeras.

Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia, con una fortuna estimada en 17.000 millones de euros, acusa a su hija Françoise de querer hacerse con las acciones de la familia para revenderlas, lo que la interesada desmiente. El presidente Nicolas Sarkozy tomó cartas en el asunto y una entrevista televisada el 13 de julio dijo desear que L'Oréal "no se vaya a otro país".

Con un 31% del capital, los Bettencourt son los primeros accionistas del grupo, que tiene una capitalización bursátil de más de 50.000 millones de euros. El segundo mayor accionista es el gigante suizo de la alimentación Nestlé, con un 29,8%.

Liliane Bettencourt ha cedido sus acciones a su hija y sus nietos, aunque mantiene el usufructo de las mismas, por lo que controla los derechos de voto correspondientes y cobra los dividendos. Legalmente, la hija y los nietos también son propietarios, pero no pueden ceder las acciones.

Françoise Bettencourt denuncia que el fotógrafo François Marie Banier ha abusado de la "debilidad" de su madre para sacarle 1.000 millones de euros en regalos, por lo que pide que la octogenaria sea puesta bajo tutela. Dicha posibilidad también despierta incertidumbres.

Las consecuencias de una eventual puesta bajo tutela de Liliane Bettencourt son difíciles de evaluar, considera Béatrice Collin, coautora de un libro sobre "El modelo L'Oréal".

En cualquier caso, dicha posibilidad no pondría en cuestión el pacto de accionistas entre los Bettencourt y Nestlé, que recientemente se pronunció a favor de mantener el statu quo y que según los analistas no tiene tanto interés en hacerse con el control de L'Oréal.

El pacto prohíbe además a ambas partes aumentar su participación hasta seis meses después del fallecimiento de Liliane Bettencourt.

Aunque imposible por el momento, una toma de control por parte de Nestlé sería "positiva" para el grupo cosmético, que conservaría de ese modo una mayor independencia que si lo adquiriera un competidor directo, opina sin embargo Béatrice Collin.

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