Sin embargo, la cifra registrada en el primer trimestre del año se contrajo un 13,6% en comparación con los tres últimos meses de 2009, que totalizó un total de 1.929 millones enviados desde España.
De hecho, el envío de remesas empezó a descender en tasa interanual en el segundo trimestre de 2008 y se ha mantenido a la baja hasta los últimos meses de 2009, lo que pone de manifiesto el impacto de la crisis económica y del incremento del desempleo entre la población extranjera durante los dos últimos años.
El desempleo entre la población extranjera escaló un 5,1% en los tres primeros meses de 2010, con 55.200 parados más, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa. La tasa de paro de los inmigrantes en paro se situó en el 30,79%, 2,4 puntos porcentuales más.
Hasta finales de 2007, la llegada creciente de inmigrantes al país había permitido una evolución positiva de las remesas. Así, desde el año 2002 las estadísticas del Banco de España reflejaban que las remesas de inmigrantes habían ido creciendo de forma paulatina desde entonces.
Según las cifras de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en 2002 las remesas representaron 2.844 millones de euros, cifra que ascendió en 2003 a 3.475 millones, en 2004 a 4.189 millones, en 2005 a 4.936 millones, hasta los 7.059 millones en 2006 y hasta los 8.445 millones en 2007. Esta tendencia se truncó en 2008, con una caída del 7,1% y se ha mantenido en 2009, con un descenso del 9,7%.
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