Las bolsas subieron en Asia al disiparse los peores temores que había antes de los resultados de las pruebas de resistencia, mientras que en Europa se estabilizaban y apenas mostraban variaciones tras una apertura alcista.
El escepticismo sobre la credibilidad de las pruebas permanece, ya que mostraron unas necesidades de capital inferiores a lo previsto en los 91 bancos puestos bajo el microscopio.
Siete de las 91 entidades financieras suspendieron las pruebas de tensión - cinco cajas de ahorros españolas, el banco alemán rescatado por el estado Hypo Real Estate y el ATEbank de Grecia-- aunque no hubo ningún suspenso en los bancos cotizados.
Los mercados financieros esperaban un déficit de capital de entre 30.000 y 100.000 millones de euros, aunque muchos bancos europeos ya habían incrementado su capital durante la crisis.
El ejercicio relativamente calmado en Europa se alejaba de la ansiedad de principios de mayo sobre la crisis de la deuda griega que propagó por los mercados globales ante el temor de que la crisis se extendiese dentro y fuera de Europa.
La canciller alemana Angela Merkel dijo entonces que el destino de Europa estaba bajo amenaza. Francia declaró que el euro estaba bajo un ataque especulativo. Pero los datos económicos mejores de lo esperado y las encuestas sobre la confianza inversora sugirieron que Europa evitaría una doble recesión a pesar de las medidas de austeridad de los gobiernos europeos para la recuperación económica.
Más de una docena de bancos aprobaron por los pelos las pruebas de tensión, apenas superando el mínimo del seis por ciento en el ratio de capital Tier 1 en el escenario más estresante, y es probable que se vean sometidas al escrutinio del mercado.
Los escenarios de las pruebas de resistencia incluían cómo soportarían los bancos una recesión en "W", una caída de un 20 por ciento en los mercados y una subida acelerada de los tipos de interés.
Las pruebas fueron consideradas poco severas, pero se espera que la cantidad de datos publicados por los bancos (que representaron el 65 por ciento del sistema europeo), además del compromiso de las entidades, reguladores y gobiernos para tomar medidas tras los resultados, puedan compensar el escepticismo.
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