El objetivo de esta iniciativa es prevenir desequilibrios de competitividad en la eurozona que agraven crisis económicas como la actual, ya que los Estados que comparten la moneda única no pueden recurrir a las devaluaciones para resolver sus problemas.
"Por lo que se refiere a la vigilancia macroeconómica, ha habido un amplio consenso para crear un mecanismo de vigilancia de la competitividad", dijo Van Rompuy en un comunicado tras la tercera reunión de los ministros de Economía consagrada a discutir el refuerzo del gobierno económico de la UE.
Este mecanismo de alerta se basará en una serie de indicadores (entre los que podrían estar los costes laborales, el déficit por cuenta corriente o el peso del sector inmobiliario, según ha propuesto la Comisión). Si un país supera determinados niveles, el Ecofin examinará en profundidad la situación y recomendará medidas correctivas si son necesarias en el marco de un "procedimiento por desequilibrio excesivo".
Los Veintisiete discutieron de nuevo cómo reforzar las sanciones contra los países con déficit excesivo. "Las sanciones deberán ser progresivas y se han discutido diferentes opciones para reforzar su automaticidad", señaló Van Rompuy. La Comisión ha propuesto congelar las ayudas comunitarias, incluidas las agrícolas, a los países incumplidores.
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