El barómetro, realizado a partir de la valoración de 304 empresas, también apunta que un 21% de los inversores extranjeros estudia ampliar su plantilla, mientras que un 52% declara que la mantendrá inalterada. Ahora bien, un 27% admite que volverá a ajustar la plantilla para reducir costes el próximo año.
La mejora en las expectativas de crecimiento, pese a que aún son anímicas, llevan al 70% de los empresarios que cuentan con negocios en España a asegurar que incrementarán sus inversiones, de los cuales un 5% cree que las superará en más de la mitad. Así pues, las empresas extranjeras confían en aumentar su facturación y mejorar los niveles de exportación.
"Las empresas extranjeras podrían estar observando una paulatina salida de la crisis", indicó el consejero delegado de Invest in Spain, Javier Sanz, durante la presentación del estudio. No obstante, los inversores foráneos valoran España con 2,9 puntos sobre 5, lo que equivale a una valoración "positiva", si bien cosecha una leve caída frente a los 3,1 puntos de 2009.
En este sentido, la investigadora del IESE María Luisa Blázquez precisó que la valoración de España por parte de los directivos extranjeros continúa reflejando el "difícil contexto" de crisis que aún persiste en todo el mundo.
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