Obama se presentó ante las cámaras de televisión en un intento por enmarcar la situación de la economía en sus propios términos.
"En general, tuvimos un gran avance esta semana en la reforma de Wall Street, en asegurarnos que estamos eliminando el derroche y los excesos en el gobierno y en darle ayuda inmediata a la gente que está buscando trabajo", señaló el presidente en un breve discurso desde el salón Roosevelt de la Casa Blanca.
"Pero al final nuestro objetivo es asegurarnos que la gente que está buscando trabajo consiga trabajo", dijo.
El presidente elogió las tres medidas que esta semana convirtió en ley con su firma: una reforma de regulaciones financieros, una extensión de los beneficios de desempleo para millones de personas sin trabajo y una legislación que busca reducir el gasto innecesarios.
Obama dijo que nuevas revelaciones sobre enormes bonificaciones en los bancos ponen en evidencia la necesidad del proyecto de regulación financiera que firmó esta semana.
El mandatario destacó que, según el departamento del Tesoro, 17 bancos le dieron a sus máximos ejecutivos bonificaciones valoradas en 1.600 millones de dólares, mientras que recibieron miles de millones de dólares como parte de un rescate financiero del gobierno.
Obama le pidió al Congreso que le mande un proyecto de ley que busca ayudar a pequeños negocios que atraviesan dificultades económicas.
Una medida que está surgiendo en el Senado crearía un nuevo fondo de prestamos que facilitaría la entrega de créditos por parte de bancos comunitarios, ayudaría a los estados a promover más préstamos en el sector privado y eliminaría impuestos sobre capital para ciertas inversiones en pequeños negocios, entre otros.
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