El arzobispo Vincent Nichols, líder de los católicos en Inglaterra y Gales, dijo que la visita en septiembre del Papa Benedicto XVI ofrecería momentos inolvidables como la imagen del pontífice junto a la reina Isabel II, gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra.
Sin embargo, está previsto que los gastos se eleven hasta 10 ó 12 millones de libras esterlinas, desde un presupuesto inicial de 8 millones de libras (unos 9,6 millones de euros), dijo a periodistas el representante especial del primer ministro para la visita papal, Chris Patten.
Se prevé además que la iglesia Católica romana aumente su contribución, inicialmente estimada en unos 7 millones de libras. Hasta el momento ha aportado unos 5 millones más, en gran parte gracias a sus millones de fieles y donantes privados.
Los gastos en seguridad, incluidas las patrullas policiales, aún no han sido revelados.
El ex ministro conservador y gobernador de Hong Kong dijo que los costes previstos subestimaban la "complejidad y sofisticación" de la visita, que combina elementos estatales y religiosos.
El Gobierno de coalición había encargado a varios departamentos el domingo la planificación de posibles recortes del gasto de hasta el 40 por ciento, mucho más de lo anunciado en el presupuesto de emergencia del mes pasado.
El Gobierno de coalición dijo también que se necesitan recortes severos y una subida de impuestos para combatir un déficit presupuestario histórico en tiempos de paz cercano al 11 por ciento del PIB, a fin de restaurar la confianza del mercado y evitar correr la misma suerte de países endeudados como Grecia.
La Alianza de Contribuyentes, que reclama una bajada de impuestos, dijo que "ninguna visita debería costar a los contribuyentes británicos una suma tan grande de dinero".
Terry Sanderson, presidente de la Sociedad Secular Nacional, dijo: "Algo importante que no se nos ha dicho es cuánto costará la seguridad". Sanderson sugirió que esos gastos podrían suponer decenas de millones.
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