Sin embargo, advierte de que "la recuperación es todavía frágil" porque "hay elementos de incertidumbre que no se tienen que ignorar", según declaró el portavoz de Asuntos Económicos del Ejecutivo comunitario, Amadeu Altafaj.
Bruselas espera también que los Estados miembros continúen desarrollando sus estrategias para abandonar los planes de estímulo fiscal puestos en marcha cuando se inició la crisis, y lo hagan con un enfoque diferenciado que tenga en cuenta el margen fiscal de cada país.
Algunos todavía pueden permitirse seguir incentivando sectores de su economía, pero en lo que tendrán que avanzar todos los Estados miembros será en los esfuerzos de consolidación fiscal como muy tarde en 2011. Para muchos países, como España, Portugal, Reino Unido, Grecia o Dinamarca, este margen no existe y de hecho ya han retirado sus paquetes de estímulo.
El portavoz comunitario recordó igualmente que no se debe perder la oportunidad de llevar a cabo reformas estructurales, porque no se trata sólo de lograr una consolidación de las cuentas públicas sino también de hacer las reformas necesarias para "consolidar y fomentar" la recuperación de la economía europea.
"De lo contrario, el riesgo al que nos enfrentamos es el del estancamiento en la próxima década, así de simple", dijo. Al mismo tiempo, la CE reclama redoblar esfuerzos para mejorar el gobierno económico de la UE en su conjunto y el de la eurozona en particular. "Por lo tanto, no es posible relajarse", señaló Altafaj.
"Por supuesto somos sensibles a la aplicación de las medidas de consolidación fiscal y sus posibles efectos en el crecimiento, por eso insistimos en que tienen que ser, primero, graduales y segundo, diferenciadas, para no matar la recuperación, por así decirlo. Es un delicado equilibrio" resumió el portavoz.
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