Sin embargo, el billete verde subía frente a una divisa de alto rendimiento como el dólar australiano y otras principales divisas debido a que los operadores reducían su exposición al riesgo con las bolsas de Estados Unidos y Asia cayendo incluso antes del anuncio del banco central.
Aunque el movimiento de la Fed no fue una sorpresa para el mercado, supuso un cambio en la política del banco central, que hace tan sólo unos meses debatía sobre cómo retirar algunos de sus programas de estímulo monetario.
La promesa de la Fed de mantener la compra de activos y reinvertir en bonos sugiere que podría impulsar el tamaño actual de su ya de por sí enorme balance de 2,3 billones de dólares si la economía pierde ritmo, dijeron participantes del mercado.
El dólar caía un 0,1 por ciento desde el martes por la tarde en EEUU a 85,37 yenes, volviendo a hacia un mínimo de ocho meses de 85,02 yenes marcado en la plataforma EBS la pasada semana.
Una caída por debajo del mínimo de 84,82 yenes de noviembre podría llevar al dólar a un mínimo de 15 años frente a la divisa nipona.
El banco central estadounidense reconoció que el crecimiento económico se ha ralentizado en los últimos meses y reiteró su intención de mantener los tipos de interés de referencia en mínimos récord por un periodo prolongado.
"La decisión (de la Fed) debería interpretarse primero como una señal a los mercados financieros, consumidores y negocios de que el (Comité Federal de Mercados Abiertos) FOMC está preparado para iniciar una segunda ronda de relajación cuantitativa si ve una doble recesión a la vuelta de la esquina", dijo el analista de Rabobank Philip Marey en una nota de análisis, refiriéndose al órgano del banco central encargado de la política monetaria.
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