viernes, 27 de agosto de 2010

El Gobierno de Japón intervendrá para contrarrestar el alza del yen

TOKIO.- El primer ministro japonés, Naoto Kan, anunció este viernes que decidirá la semana próxima medidas para contrarrestar los efectos nefastos de la disparada del yen sobre la salud económica del país.

"Teniendo en cuenta el alza del yen y la difícil situación económica, vamos a decidir el 31 de agosto nuevas disposiciones y trabajar para su aplicación", afirmó Kan a la prensa.

El yen evoluciona actualmente en su nivel más alto de los últimos 15 años frente al dólar y roza un récord en nueve años ante el euro. Su disparada, sumada a las inquietudes por la reactivación mundial, amenaza la frágil salud económica de Japón.

El yen no ha dejado de subir debido a la poca disposición del gobierno japonés para intervenir en el tipo cambiario, algo que no hace desde 2004. "Soy plenamente consciente de que los movimientos excesivos en el mercado cambiario tienen consecuencias negativas para la estabilidad económica y financiera", señaló Kan.

"Utilizaremos medios decisivos a su debido tiempo", agregó, en una frase que sonó como una amenaza de intervención directa en el mercado cambiario para debilitar el valor del yen. La Bolsa de Tokio reaccionó favorablemente al anuncio del primer ministro: el índice Nikkei subió 61,09 puntos (+0,69%) y se situó a 8.906,48 unidades, poniendo así fin a cuatro sesiones consecutivas a la baja.

Kan juzgó que el gobierno no puede actuar en forma eficaz solo, por lo cual pidió la cooperación del Banco Central de Japón (BoJ). El primer ministro tiene previsto reunirse el lunes con el gobernador de esa institución, Masaaki Shirakawa, y dijo esperar que el BoJ "lanzará rápidamente medidas monetarias".

Kan subrayó que las disposiciones que anunciará la semana próxima también tendrían como objetivo proteger mejor a Japón de las brutales variaciones de la coyuntura externa.

Uno de los mayores temores de la actual situación es que las exportaciones se vean perjudicadas ya que el yen alto quita competitividad a nivel mundial a las grandes compañías japonesas.

Durante la última gran alza del yen quince años atrás, las empresas niponas tenían margen para reestructurarse y disminuir sus gastos, pero en esta ocasión se encuentran con la espalda contra la pared por el ajuste efectuado durante la crisis financiera y económica mundial 2008-2009.

Además, el alza del yen provoca una baja de los precios de las importaciones y colabora con la manutención de la deflación que afecta a Japón desde hace muchos años y contra la cual combaten las autoridades.

El gobierno y el Banco Central de Japón fueron muy criticados en los últimos días por su falta de reacción ante la disparada del yen, en momentos en que el ritmo de crecimiento se ha desacelerado notablemente en el segundo trimestre de 2010.

"Personalmente no me gusta la idea de una intervención directa en el mercado cambiario, pero el gobierno debe actuar para detener el nerviosismo actual", había declarado el martes el presidente de la Bolsa de Tokio, Atsushi Saito.

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