miércoles, 25 de agosto de 2010

El oleoducto "Nabuco" pierde toda la posibilidad de realización

MOSCÚ.- Los accionistas de "Nabuco" decidieron no tender un ranal del gasoducto hacia Irán. Pero los expertos están seguros que sin el crudo de Irán no se podrá llenar bien el oleoducto.

Cuando en los negocios se entromete la política, no se puede esperar nada bueno. En su deseo de aislar Irán, Occidente decidió renunciar a su gas que antes quería emplear en "Nabuco". Los participantes del proyecto declararon que les bastarán los recursos de Turkmenia, Irak y Azerbayán.

Entretanto, con ellos no se ha firmado un solo contrato concreto sobre los suministros. Y existen serias dudas en cuanto a que "Nabuco" pueda contar con el gas de estas fuentes, asegura Guennadi Schmal, presidente de la Unión de Productores de Petróleo y Gas de Rusia.

Para llenar "Nabuco" Azerbayán no tiene realmente gas. Debe suministrarlo a Turquía y Georgia, además de su propio consumo. Turkmenia, coo es sabido, construyó un ducto hacia China y planifica aumentar las entregas. O sea, si hablamos en serio, hoy "Nabuco" carece de base de recursos. No puede prescindir del gas de Irán. Teniendo en cuenta las relaciones con Irán, creo que este proyecto tiene mínimas posibilidades de realización.

Al inicio, el proyecto "Nabuco" era un engendro político. Pensado como una fuente de suministro de gas a Europa desde la región del Caspio y de Cercano Oriente, para obviar a Rusia, el oleoducto debía privar de atractivo al proyecto ruso "South Stream".

En la realidad, todo salió al revés. Más y más estados se suman a "South Stream" cuya construcción comenzará en otoño. En este proyecto todo es concreto y transparente: hay gas, clientes e inversores...

En caso de "Nabuco" no todo está claro. En la última reunión de accionistas, donde se decidió volver de espaldas a Irán, entre los posibles proveedores fue mencionada Turquía. Y esto en un momento en que el gas turco ni siquiera cubre una pequeña parte del consumo interno. Turquía compra gas a otros países, en particular a Irán. ¿Dónde hallará recursos para exportarlo? No hay respuesta.

Involuntariamente volvemos a pensar en Irán que esta primavera decidió tender su propio gasoducto de la costa del Golfo Pérsico a la frontera turca. ¿Se animará Turquía a revender el gas iraní presentándolo como su propio? Los expertos estiman que se debe plantear la cuestión de otra manera: ¿hay sentido en estos enredos si "South Stream" garantiza sin sombra de duda las necesidades europeas de "combustible azul"?

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