En un informe sobre 'Tendencias mundiales del empleo juvenil 2010', la OIT advierte sobre el riesgo de que la crisis deje como legado una "generación pérdida" de jóvenes, a la vista del incremento en 7,8 millones de parados de entre 15 y 24 años desde que estallara la crisis hasta 2009.
En concreto, la tasa de paro juvenil en el mundo pasó del 11,9% en 2007 al 13% del último año, mientras que en 2008 y 2009 se registró el mayor cambio anual de los último 20 años, al incrementar la tasa de paro en un punto porcentual, y revirtió la tendencia a la baja previa a la coyuntura económica.
"Los jóvenes son el motor del desarrollo económico. Desaprovechar este potencial es un desperdicio económico que puede menoscabar la estabilidad social", indicó el director general de la OIT, Juan Somavia, quien consideró que la crisis es una "oportunidad" para "reevaluar" las estrategias para afrontar las desventajas de los jóvenes para acceder al mercado laboral.
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