miércoles, 11 de agosto de 2010

El precio del pan se dispara en Rusia y anticipa otro brote de inflación

MOSCÚ.- El precio del pan comenzó a dispararse en Moscú debido a la grave sequía que afecta a Rusia desde hace varios meses, lo que anuncia una aceleración de la inflación, un problema recurrente en el país.

En el espacio de algunos días, el pan redondo tradicional de 380 gramos que se vende en los mercados de Moscú aumentó cerca de un 20%, pasando de los 15 rublos (0,38 euros) a 18 rublos (0,45 euros).

En sus vidrieras, ciertos comercios moscovitas pusieron anuncios para avisar a sus clientes sobre el aumento de los precios de los productos a base de cereales.

"A raíz del alza de los precios de la harina (el proveedor anunció un alza de 30 a 50% en función de la categoría), los precios de los productos de la panificación aumentarán una media del 12%", explica en ese sentido un negocio situado en el sur de la capital rusa.

Los productos derivados de los cereales son las primeras víctimas de la grave sequía que afecta a Rusia desde el mes de abril y que se vio agravada desde principios de julio por una ola de calor sin precedentes.

El Gobierno ya decretó el estado de emergencia en 27 regiones agrícolas, esencialmente situadas en la parte europea de Rusia, donde se encuentra una tierra negra muy fértil.

Ante una situación que no deja de empeorar, el lunes pasado Rusia volvió a revisar a la baja su proyección de cosecha de cereales, que sería de 60 a 65 millones de toneladas, en lugar de los 90 millones habituales.

Tercer exportador mundial de trigo, Rusia ya había anunciado la semana pasada una suspensión de sus exportaciones de ese cereal y sus productos derivados a partir de mediados de agosto, a raíz de la caída en las cosechas.

Las necesidades rusas de cereales se elevan a 78 millones de toneladas.

El primer ministro, Vladimir Putin, indicó el lunes que las reservas del país, 9,5 millones acumuladas en un fondo de intervención y 21 millones de toneladas de excedente del año pasado, deberían alcanzar para compensar la baja cosecha de esta campaña.

Pero a pesar de esta garantía, el Gobierno tiene mucho trabajo por delante, especialmente teniendo en cuenta que otros productos alimentarios podrían sufrir un alza de precios en las próximas semanas, provocando una aceleración de la inflación.

En ese sentido, el banco ING aumentó sus estimaciones de aumentos de precios en 2010 y 2011 a 8,5% y 9,5-10%, respectivamente, por el 6,8% y el 7,6% previstos anteriormente.

Hasta el momento, las autoridades rusas apuestan a un alza de los precios al consumidor de entre 6% y 7%, por el 8,8% de 2009, aunque el Ministerio de Desarrollo Económico admitió el riesgo de un aceleración de la inflación a partir de septiembre a raíz de la catástrofe natural.

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