El Departamento de Comercio dijo el martes que la demanda del consumo no creció en junio por tercer mes consecutivo. Los ingresos tampoco registraron cambios. Y además, los estadounidenses lograron el mayor índice de ahorro en casi un año.
Muchos analistas creen que el crecimiento se frenará aún más en el segundo semestre debido al elevado desempleo, pobre confianza consumidora y le debilitado mercado de la vivienda.
El índice personal de ahorro subió en junio al 6,4% de los ingresos tras el pago de impuestos. El índice de ahorro es ahora el triple del 2,1% de promedio anual en el 2007, antes de que comenzara la recesión.
Mientras que los ingresos personales no variaron en junio, crecieron en forma sólida en abril y mayo. Empero, los hogares decidieron ahorrar ese dinero en lugar de gastarlo. El mayor índice de ahorro limita el gasto a corto plazo, aunque permite a las familias reparar sus finanzas.
"En reconfortante para los hogares disponer de un fondo de reserva que pueden utilizar para reducir las deudas o respaldar el gasto", comentó el economista estadounidense Paul Dales, de la firma Capital Economics.
El gasto consumidor es seguido atentamente porque suma en Estados Unidos el 70% de la actividad económica.
Por otra parte, los pedidos en cartera de las fábricas estadounidenses cayeron por segundo mes consecutivo en junio debido a una merma en la demanda del acero, maquinaria para la construcción y aviones.
El Departamento de Comercio informó el martes que los pedidos cayeron un 1,2% a 406.400 millones de dólares ajustado por estacionalidad. Los analistas habían pronosticado una caída mucho menor.
Los dos meses de caída siguen a nueve meses consecutivos de aumentos cuando los industriales elevaron la producción y ayudaron a la economía a crecer luego de cuatro trimestres de contracción.
Pero el sector ha mostrado señales de estar en apuros.
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