jueves, 5 de agosto de 2010

La débil PDVSA amenaza el plan socialista de Chávez

CARACAS.- El deterioro financiero de la estatal Petróleos de Venezuela amenaza el proyecto socialista del presidente Hugo Chávez, pese a lo cual el Gobierno continuará exigiéndole recursos que la obligarían a endeudarse mientras espera un mayor repunte de los precios del crudo.

PDVSA prevé mejorar sus resultados este año tras el pésimo 2009, cuando el beneficio neto de la firma se desplomó más de un 50 por ciento por los menores precios petroleros y exportaciones, combinado con un aumento de más de un 40 por ciento en su deuda financiera.

Pero, pese a que la compañía asegura que este año la estabilización de los precios del crudo en torno a 70 dólares le permitirá marcar un récord de inversión y elevar su aportación a programas sociales del Gobierno, los expertos creen que no sería suficiente para atender todos los frentes abiertos.

"PDVSA enfrenta tres desafíos: asumir pasivos acumulados y futuros para reponer producción, aportar a la caja fiscal del Gobierno y contribuir a la oferta de bonos de deuda del Gobierno para aliviar la crisis cambiaria", dijo Patrick Esteruelas, de Eurasia Group.

El mandatario utiliza PDVSA como catalizador de sus políticas socialistas, encargándole desde importar alimentos, financiar programas de infraestructura a emitir deuda para suministrar dólares a empresas y particulares en medio del control de cambio vigente desde el 2003.

PDVSA aporta más del 90 por ciento del ingreso de divisas al país caribeño, que está sumido en una profunda recesión y lidia con la inflación más elevada del continente.

Los menores recursos disponibles han reducido el alcance y efectividad de los programas sociales del Gobierno, lo que unido a la escasez de energía eléctrica y un escándalo por toneladas de comida podrida están hundiendo la popularidad de Chávez a pocas semanas de un comicio legislativo clave.

Venezuela recortó las becas de miles de personas que dependen de los planes asistenciales públicos, ha congelado proyectos de vialidad y otorgado menos recursos para la construcción de viviendas.

Pero no parece que Chávez vaya a cambiar de estrategia.

"La renta petrolera que antes se iba del país ahora se aporta directamente al pueblo", insistió el martes el ministro de Energía y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, en la presentación de los resultados del 2009.

Con una producción deprimida, PDVSA deberá decidir este año entre retomar el ritmo de sus transferencias al Estado para apoyar el Gobierno en un año electoral o dedicar un mayor esfuerzo económico a su maltrecho negocio medular.

Las inversiones de PDVSA en los últimos años no han podido reanimar la estancada producción petrolera, que tampoco aumentará en 2010 pese a que la firma anunció desembolsos récord de 16.400 millones de dólares.

Los analistas estiman que sólo un alza en los precios del crudo daría oxígeno a una empresa que ha mostrado poca disposición para apretarse el cinturón en momentos de crisis y escasa elasticidad ante las contracciones del mercado petrolero.

La consultora PFC Energy calcula que Venezuela requiere un precio cercano a 83 dólares por barril para estabilizar su balanza de pagos y en lo que va de 2010 la cesta venezolana promedia 69 dólares. El mejor pronóstico de PDVSA es que este promedio suba a 72,14 dólares por barril.

"Desde mediados del 2009 el juego está trancado porque el Estado comenzó a gastar por encima de su capacidad. PDVSA no pudo reducir sus gastos operativos en proporción a la caída de sus ingresos, lo cual demuestra la poca flexibilidad de sus finanzas", dijo Pedro Mario Burelli, ex director de la firma.

PDVSA aprovechó los años de bonanza petrolera para elevar sostenidamente sus aportes al Gobierno hasta llegar a un récord de 53.000 millones de dólares en el 2008.

El pésimo entorno de negocios de 2009 por la crisis global la obligó a reducir el aporte un 43 por ciento a unos 32.000 millones de dólares, revelando síntomas de la insostenibilidad del gasto y poniendo en jaque la popularidad de Chávez.

Los analistas consultados creen que PDVSA se verá obligada a endeudarse para levantar recursos en el mediano plazo y desarrollar los onerosos proyectos en la Faja del Orinoco.

"PDVSA vería crecer sus pasivos nuevamente este año. No tiene otra alternativa que emitir deuda, pues ya se licuaron los efectos positivos de la devaluación del bolívar en enero y sigue con problemas de flujo de caja", agregó Esteruelas.

La estatal considera que la relación entre sus acreencias, de 21.419 millones de dólares, y su patrimonio sigue siendo baja en comparación con otras petroleras del mundo, por lo que tiene margen para contraer nuevas obligaciones.

Pero, la proximidad de un fallo en los arbitrajes que disputa con las estadounidenses Exxon Mobil y Conoco Phillips por hasta 40.000 millones de dólares agrega incertidumbre y riesgo a la petrolera estatal, sobre la que reposa el futuro de la "revolución socialista" de Chávez.

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