lunes, 16 de agosto de 2010

La economía de Japón se desacelera

TOKIO.- China se convirtió en la segunda economía del planeta en el segundo trimestre de 2010 en detrimento de Japón, que sufrió una desaceleración más brusca que lo esperado en su crecimiento, lo que da una nueva señal de alerta para la reactivación mundial.

El Gobierno japonés reconoció que el PIB nominal de China fue superior a de Japón en el segundo trimestre (abril a junio): 1,337 billones de dólares contra 1,288 billones de dólares respectivamente, según las conversiones oficiales.

Sin embargo, en el conjunto de los seis primeros meses del año, el PIB de Japón fue de 2,578 billones de dólares, contra 2,532 el de China en el mismo periodo.

En el segundo trimestre, la economía japonesa sufrió un retroceso del consumo interno que ponen de manifiesto un estancamiento en la reactivación.

En términos trimestrales, la economía japonesa creció un 0,1% en el periodo de abril-junio respecto a enero-marzo (+1,1%).

En términos interanuales, el PIB aumentó solamente un 0,4% en el segundo trimestre, en muy fuerte retroceso respecto al 4,4% del trimestre anterior y significativamente por debajo de la previsión del 2,3% pronosticada por los economistas entrevistados por la agencia financiera Dow Jones Newswires.

Estas cifras decepcionaron a los economistas.

"Son una sorpresa negativa. Los efectos de las medidas de reactivación se atenúan. Aquellos que querían aprovechar de las subvenciones acordadas para cambiar su auto o su televisor ya lo han hecho," dijo el experto Yoshiki Shinke, del Dai-Ichi Life Research Institute.

"Con excepción de la compra de equipamientos de las empresas privadas y las exportaciones, los datos en su conjunto son malos", coincidió un analista de Daiwa Securities.

"Ahora está claro que Japón no entró aún en una fase de reactivación interna conforme al plan imaginado por el Banco de Japón", agregó.

A pesar de esta situación, el ministro delegado de Economía, Satoshi Arai, dijo que "no es indispensable actuar en lo inmediato" para lanzar nuevas medidas de estímulo de la demanda interna.

Lo cierto es que las empresas japonesas reducen sus gastos y la masa salarial con el objetivo de lograr precios bajos en un medio ambiente muy competitivo. Con este procedimiento agudizan el fenómeno deflacionista, uno de los factores de los modestos desempeños económicos de Japón.

Resignado, Japón espera ahora que la dinámica China, su principal cliente, le quite en forma duradera la plaza de segunda económica mundial este año o el próximo.

Superada desde un punto de vista estadístico, Japón conservará sin embargo durante varios años un avance en términos más concretos de condiciones y nivel de vida medios, despliegue de infraestructuras, educación generalizada, prestaciones sociales y otros criterios tangibles.

Japón está diez veces menos poblado y por lo tanto es diez veces más rico por habitante que China.

Para Japón, que enfrenta el envejecimiento y la disminución de la población, así como una ampliación de las desigualdades sociales, la cuestión es cómo revivir la actividad económica con una reducción del número de activos.

La ecuación es aún más difícil si se tiene en cuenta que el país tiene una deuda gigantesca y corre el riesgo de ver su tejido industrial deshilacharse, como consecuencia de la gran dependencia externa de sus empresas y la excesiva valuación del yen, que empujan a trasladar fábricas al exterior de Japón.

La desaceleración del crecimiento en destinos clave de las exportaciones como Estados Unidos y China nubló el panorama, mientras que las autoridades intentan establecer políticas para frenar una apreciación del yen, después de que la moneda japonesa subiera a un máximo de 15 años frente al dólar.

El primer ministro, Naoto Kan, y el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, se encontrarían en los próximos días para analizar la subida del yen y posibles respuestas, aunque los analistas creen que las opciones son limitadas.

"Creo que el Banco de Japón y el Gobierno necesitan tomar medidas decisivas contra los movimientos de las monedas. La intervención monetaria sería posible si el yen se acerca a las 80 unidades por dólar. Si eso es acompañado por una política expansiva (...) tendría un cierto efecto", dijo Takeshi Minami, economista jefe de Norinchukin Research Institute en Tokio.

La expansión trimestral del 0,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) representó un incremento anualizado del 0,4 por ciento, con lo que se ubicó muy por debajo del pronóstico medio de un 2,3 por ciento.

El crecimiento de la segunda mayor economía del mundo fue muy inferior al 2,4 por ciento de Estados Unidos en el mismo trimestre, aunque aún así logró un tercer trimestre consecutivo de expansión.

Ello siguió a un crecimiento revisado del 4,4 por ciento en los tres primeros meses del año, debido a una moderación del sector exportador y un estancamiento del consumo.

"El consumo estuvo estable, lo que demuestra que los subsidios del Gobierno a los hogares con hijos no generaron un impulso en el gasto privado", dijo Minami, quien agregó que la apreciación del yen podría comenzar a impactar en el crecimiento del segundo semestre.

La economía de Japón ha tenido sus altibajos desde que emergió en el segundo trimestre de 2009 de la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, apoyada principalmente por las exportaciones a Asia y por los programas de estímulo del Gobierno.

Las cifras anunciadas ponen a China por delante de Japón como la segunda economía más grande del mundo durante el trimestre según una base nominal en dólares, dijo Keisuke Tsumura, secretario parlamentario de la Oficina del Gabinete.

El funcionario agregó, sin embargo, que hay que esperar las cifras del año completo antes de cambiar el ranking.

"Debido a que tenemos cálculos diferentes para los ajustes estacionales, sería correcto y justo comparar las cifras del año completo", manifestó Tsumura.

El PIB de Japón en el segundo trimestre antes de realizar ajustes estacionales sumó 1,2883 billones de dólares, contra los 1,3369 billones de dólares del PIB de China en el mismo período, declaró.

El principal regulador monetario en China dijo el mes pasado que la economía de su país ya había superado a la de Japón.

Analistas agregaron que el repunte del yen, que avanzó hasta 84,72 unidades por dólar, podría comenzar a afectar de manera negativa el crecimiento de las exportaciones en la segunda mitad del año fiscal, que culmina en marzo de 2011.

Kan ha expresado preocupación respecto a la fortaleza del yen, y fuentes en el Gobierno indicaron que él podría reunirse con el gobernador del banco central esta semana para discutir el asunto.

A fines del año pasado -la última vez en la que el yen se apreció a más de 85 unidades por dólar-, el Banco de Japón convocó una reunión de emergencia y anunció un plan de financiamiento a tres meses, un día antes de que Shirakawa se reuniera con el entonces primer ministro Yukio Hatoyama.

El yen ha subido constantemente contra el dólar desde principios de mayo, sumando un avance de más de un 10 por ciento y acercándose a su máximo histórico de 1995, a 79,75 unidades por dólar, lo que ha llevado a los mercados a especular con que las autoridades podrían intervenir.

El índice Nikkei cayó un 0,6 por ciento el lunes en la Bolsa de Tokio después de que Japón anunciara una desaceleración pronunciada de la economía en el período abril-junio, ante un menor crecimiento de las exportaciones y la pérdida de fuerza del consumo, que se había recuperado gracias a los estímulos.

Las pérdidas fueron limitadas al aguantar el soporte y mostrar los gráficos que el mercado se acerca a niveles de sobreventa.

El Indice Nikkei cerró con baja de 56,79 puntos, un 0,61 por ciento, a 9.196,67 tras abrir a 9.145,22 y oscilar entre 9.095,94 y 9.210,97.

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