HAMBURGO.- El físico alemán Gerhard Knies cree haber encontrado, en el desierto del Sahara, la respuesta a las necesidades energéticas de largo plazo de Europa.
Un informe del diario The Wall Street Journal señala que el plan de Knies consiste en construir decenas de plantas solares a lo largo del desierto del norte de África e instalar miles de kilómetros de cableado eléctrico en el fondo del Mar Mediterráneo para dirigir la electricidad producida a Europa.
Lo que distingue al plan de Knies de un mero sueño idealista es el respaldo de algunas de las corporaciones más grandes de Europa. A mediados del año 2009, Munich Re, Siemens AG, Deutsche Bank y otras nueve compañías en su mayoría alemanas formaron un consorcio llamado Desertec Industrial Initiative.
El físico asegura que el plan podría suplir 15% de la energía que el continente consume para 2050 a un costo estimado de 529.000 millones de dólares, una cifra que supera los Productos Internos Brutos combinados de Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez.
Un informe del diario The Wall Street Journal señala que el plan de Knies consiste en construir decenas de plantas solares a lo largo del desierto del norte de África e instalar miles de kilómetros de cableado eléctrico en el fondo del Mar Mediterráneo para dirigir la electricidad producida a Europa.
Lo que distingue al plan de Knies de un mero sueño idealista es el respaldo de algunas de las corporaciones más grandes de Europa. A mediados del año 2009, Munich Re, Siemens AG, Deutsche Bank y otras nueve compañías en su mayoría alemanas formaron un consorcio llamado Desertec Industrial Initiative.
El físico asegura que el plan podría suplir 15% de la energía que el continente consume para 2050 a un costo estimado de 529.000 millones de dólares, una cifra que supera los Productos Internos Brutos combinados de Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez.
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