domingo, 29 de agosto de 2010

La industria del cine de Berlín experimenta su auge

BERLÍN.- La industria del cine de Berlín está en auge y los mejores cineastas del mundo se sienten atraídos por sus bajos costes de producción, sus generosos subsidios y su prestigio cultural, mientras intentan conseguir fondos después de la crisis económica global.

Prestigiosos directores como Quentin Tarantino y Roman Polanski acuden últimamente a rodar a la capital alemana, como en el caso de los conocidos éxitos "Malditos Bastardos" o "El escritor", mientras talentos locales como Til Schweiger y Roland Emmerich han regresado de Hollywood para sumarse a la fiesta.

Y lo que la industria cinematográfica de Berlín carece en tamaño, muy por detrás de Hollywood, lo suple en prestigio, tras obtener decenas de premios en los últimos años, incluyendo varios Oscar.

"Berlín cuenta con algunos factores de éxito claves: uno es la propia ciudad; la gente simplemente quiere estar en Berlín", dijo Carl Wöbcken, director ejecutivo de Babelsberg, el más antiguo complejo de estudios a gran escala, situado a un breve trayecto en tren desde el centro de la ciudad.

Desde la reunificación alemana hace dos décadas, Berlín ha pasado de ser una ciudad dividida y asediada a convertirse en una audaz meca cultural para personalidades creativas en busca de alquileres baratos y de una vía de escape.

"Es una ciudad muy accesible, por lo tanto es relativamente barato rodar películas aquí", dijo Wöbcken a Reuters en una espaciosa oficina con vistas al estudio de 40 hectáreas.

"También contamos con una alta variedad de lugares alrededor de Berlín que otras ciudades no tienen: todas estas bases militares y tantos tipos diferentes de edificios antiguos y nuevos, desde la Alemania comunista del Este a la nazi", agregó.

La industria cinematográfica de Berlín solía competir con Hollywood, produciendo clásicos como "El ángel azul", con la participación de una joven y provocativa Marlene Dietrich, y la obra maestra futurista "Metrópolis" de Fritz Lang, antes de que los nazis tomaran el poder en 1933.

Bajo el Tercer Reich y el gobierno comunista de Alemania del este, la industria perdió gran parte de su talento y reputación frente a la censura utilizada para producir propaganda.

Pero ahora vive un auge, con el rodaje de unas 300 películas al año, algunas de ellas sobre su turbulento pasado.

Entre las películas recientemente rodadas en Berlín y que aprovecharon los emplazamientos históricos están la oscarizada "La vida de los otros", sobre un agente de la policía secreta de Alemania oriental, y el drama sobre la Segunda Guerra Mundial "Valkiria", protagonizado por Tom Cruise.

Los generosos subsidios estatales para películas en Berlín, desde préstamos flexibles a créditos impositivos, han resultado ser cruciales ante la crisis financiera internacional.

Estos han ayudado a que pequeños estudios europeos eviten el destino de sus pares estadounidenses independientes, que dependían más de bancos y fondos de protección y que sufrieron una importante falta de financiación.

"Dado que las películas en Europa dependen menos de los inversores privados, también se han visto menos afectadas por la crisis", dijo Kirsten Niehuus de Medienboard Berlin-Brandenburg, una junta local de financiación que repartió casi 30 millones de euros en 2009.

Estrellas internacionales como Kate Winslet, que ganó un Oscar a la mejor actriz en "El lector", filmada en Babelsberg, han colmado de elogios a los equipos técnicos alemanes por su profesionalidad.

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