martes, 31 de agosto de 2010

Las medidas en Japón no frenan al yen, que hunde la Bolsa

TOKIO.- El gobierno de Japón ofreció un paquete de estímulo el lunes y el banco central tomó medidas para frenar el auge del yen, pero la reacción de los mercados fue débil.

Las autoridades japonesas no tienen muchas alternativas para frenar el alza del yen, que amenaza la frágil reactivación de la economía nipona y que provocó un fuerte desplome de la Bolsa de Tokio este martes.

El gobierno "esbozó el paquete hoy para dar la impresión de que sus medidas económicas y las de alivio monetario del Banco de Japón están adecuadamente coordinadas", dijo el ministro de Economía Satoshi Arai. Pero los analistas – cita The Wall Street Journal – ven al plan como muy moderado.

El estímulo de 920.000 millones de yenes, unos US$10.780 millones forma parte de un intento en dos frentes para prevenir que el alza del yen socave la frágil recuperación basada en exportaciones del país. El Banco de Japón decidió ofrecer a los bancos, 10 billones de yenes en préstamos a seis meses.

Para el economista de Macquarie Bank, Richard Jerram, citado por el Journal el resultado del plan gubernamental será "cercano a cero" y los califico como una "farsa". Son medidas que todos esperaban que tomara y no hay nada nuevo, agrego.

Criticados desde hace varias semanas por su falta de reacción, el Gobierno y el Banco Central se movieron finalmente estos último días, aunque sus anuncios no sirvieron de mucho.

El Banco de Japón (BoJ) convocó el lunes una reunión extraordinaria y decidió ampliar sus medidas de flexibilización monetaria a través del otorgamiento excepcional de nuevos préstamos a seis meses a tasa fija.

Con esta decisión, el instituto emisor espera hacer bajar el costo de los créditos y aumentar la fluidez en los circuitos financieros.

Pero el anuncio no tranquilizó a los inversores, preocupados por las perspectivas de crecimiento poco prometedoras de la economía norteamericana.

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó un 3,55% este martes, estableciéndose al cierre en 8.824,06 puntos, su nivel más bajo en los últimos 16 meses.

Cerró con su mayor bajada diaria en casi tres meses, después de que las medidas del Banco de Japón del día anterior fracasasen en frenar la fortaleza del yen y desalentaran a los inversores.

El Índice cerró con una bajada de 325,2 puntos a 8.824,06 en su mayor caída diaria desde comienzos de junio. En agosto, el índice cayó un 7,5 por ciento, su peor mes desde mayo.

El índice ampliado Topix cedió un 3 por ciento a 804,67 puntos.

Las noticias de fusiones y adquisiciones también dieron apoyo al mercado. ARM ganó un ocho por ciento después de que la compañía estadounidense de microprocesadores Intel revelase un trato para comprar la unidad de telefonía inalámbrica del fabricante alemán de chips Infineon.

El índice FTSEurofirst 300 de las principales bolsas europeas cerró provisionalmente con una caída del 0,21 por ciento hasta los 1.023,30 puntos y perdió un dos por ciento mensual, el peor descenso mensual desde mayo.

"Los mercados respondieron al dato mejor de lo esperado de la confianza del consumidor, pero no están seguros de la recuperación", dijo Mike Lenhoff, estratega jefe en Brewin Dolphin.

"Sigue habiendo preocupación por una segunda recesión", agregó.

Las bolsas redujeron las pérdidas después de que la confianza del consumidor estadounidense subiera ligeramente en agosto, gracias a una suave mejora de las perspectivas a corto plazo.

La fabricante holandesa de chips ASML perdió un 3,3 por ciento tras recibir rebajas de su calificación, después de que la semana pasada Intel advirtiera de que sus ingresos podrían ser menores.

De su lado, el yen sigue evolucionando en su nivel más alto de los últimos 15 años frente al dólar y roza un récord en nueve años ante el euro, lo que debilita la competitividad de las empresas japonesas.

Valor refugio, el yen parece ser objeto de compras especulativas de diversos fondos de inversiones.

"Las recientes tendencias de alza del yen y caída de la Bolsa no cambiarán", afirmó el economista Tetsuro Okada, del Instituto de Investigación de Japon.

Para Okada, el Banco de Japón tiene "pocas alternativas" ante esta situación.

En diciembre de 2008, en el peor momento de la recesión económica mundial, el BoJ había recortado su principal tasa al 0,1%, un nivel muy bajo que ya no puede volver a reducir en forma drástica.

A pesar de esta política monetaria muy favorable, la demanda de crédito sigue siendo frágil y la deflación continúa, desalentando el consumo y la inversión.

"Las instituciones financieras ya están saturadas de liquidez y no hay ninguna prueba de que a los bancos les falte dinero para prestar", estimó de su lado el experto Julian Jessop, del centro de estudios Capital Economics.

Como otros economistas, Jessop cree que Japón no tiene armas frente al encarecimiento de su divisa, cuya causa reside ante todo en la caída del dólar provocada por la pérdida de confianza de los mercados en la solidez de la primera economía del mundo.

En ese sentido, para algunos sólo un alza de las tasas de interés en Estados Unidos podría frenar la subida del yen.

A pesar de situarse en un nivel muy bajo de 0,1%, la principal tasa de interés del BoJ sigue siendo más atractiva que la de la Reserva Federal estadounidense (Fed), que oscila entre 0 y 0,25%, es decir casi una política de tasa cero.

"El BoJ sigue tomando medidas simbólicas destinadas a tranquilizar a los políticos más que a flexibilizar realmente su política monetaria", criticó el analista Richard Jerram, del banco australiano Macquarie.

Para Jerram, las autoridades niponas "están impotentes ante el creciente riesgo de un resbalón de la reactivación empujada por las exportaciones".

Caída de exportaciones

La producción fabril japonesa subió en julio pero la actividad de manufactura se expandió en agosto a su ritmo más lento en más de un año, lo que sugiere que las compañías están comenzando a sentir el efecto de la desaceleración en las exportaciones y de un yen más sólido.

Los fabricantes encuestados por el Gobierno esperan que la producción crezca un 1,6 por ciento en agosto, menos que el avance de un 2 por ciento pronosticado un mes atrás, lo que ofrece un mal presagio para la economía ya debilitada.

El yen continúa fortalecido pese a los esfuerzos del Gobierno por detener su avance.

La decisión del Banco de Japón (BOJ) de reforzar su plan de préstamo barato, tomada el lunes en una reunión de emergencia, hizo poco por debilitar a la divisa nipona, que se mueve cerca del máximo en 15 años contra el dólar que tocó la semana pasada.

"La economía nipona no empeora, pero el ritmo de la recuperación se está debilitando", explicó Takeshi Minami, economista de Norinchukin Research Institute.

"Posiblemente veremos una desaceleración significativa de la producción, particularmente en el cuarto trimestre, cuando los efectos del repunte del yen se vean en plenitud (...) Si la economía sigue así, el BOJ continuará bajo presión para relajar adicionalmente su política monetaria", agregó.

La producción industrial subió un 0,3 por ciento en julio luego de una caída de un 1,1 por ciento en el mes anterior, mostraron el martes datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria.

El promedio previsto por el mercado era un declive de un 0,2 por ciento.

La encuesta del ministerio a fabricantes apunta a un incremento de un 0,2 por ciento en septiembre, luego del alza prevista en agosto de un 1,6 por ciento.

El índice japonés de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés), elaborado por Nomura/JMMA, cayó a un nivel estacionalmente ajustado de 50,1 en agosto, desde el 52,8 de julio, su mínimo tras el 48,2 que registró en junio del 2009.

Sin embargo, el índice siguió por decimocuarto mes consecutivo sobre el nivel de 50, que separa la contracción de la expansión.

El crecimiento económico de Japón se desaceleró fuertemente en el segundo trimestre por la caída de las exportaciones a Estados Unidos y China y después de que cediera el consumo impulsado por las medidas de estímulo.

El crecimiento anual de las exportaciones se desaceleró por quinto mes consecutivo en julio, mostraron datos comerciales, y la caída de la demanda en el exterior amenaza con inflingir más problemas a la recuperación que depende de ésta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario