Geithner abandonó sus medidos comentarios sobre el tema, para advertir con dureza a China de que debe terminar con las distorsiones en el comercio, permitiendo el aumento del yuan ante el dólar.
Con las elecciones legislativas de medio periodo en mente y el malestar de los votantes por la marcha de la economía, congresistas de Estados Unidos preparan proyectos de ley que impondrían sanciones a bienes provenientes de China, en medio de acusaciones de que Pekín mantiene su moneda -y por lo tanto sus exportaciones- artificialmente baratas.
"Ya es más que tiempo de que China se mueva", dijo Geithner, al mencionar la moneda y otras distorsiones al comercio como "los objetivos centrales" en la política de Washington hacia el gigante asiático.
El Tesoro de Estados Unidos ha evitado reiteradamente acusar a China de manipular su divisa en sus informes semestrales al Congreso -una medida que puede generar represalias pero ha sostenido que el yuan está subvaluado.
El tema pareció desaparecer en junio pasado, cuando China se comprometió a dar más libertad al yuan ante el dólar, pero Geithner aún no se muestra satisfecho. Pese a ese compromiso "importante", el secretario del Tesoro dijo que el valor de la moneda china ha permanecido "esencialmente" incambiado en los últimos dos años.
"China ha sostenido su intervención en los mercados de cambios en una escala muy sustancial para limitar la presión alcista de las fuerzas del mercado sobre su moneda".
Desde junio, el yuan se ha apreciado un 1,6% sobre el dólar y se negociaba a 6,7181 el miércoles, su mayor nivel en los últimos tres meses.
Pero China advirtió el jueves de que la presión externa para que actúe sobre su moneda puede ser contraproducente. "La apreciación del renminbi (yuan) no puede resolver el déficit comercial de Estados Unidos con China y no puede resolver el tema del desempleo estadounidense", dijo el portavoz del ministerio de Exteriores Jiang Yu a la prensa.
"Los asuntos de las relaciones económicas y el comercio entre China y Estados Unidos deben resolverse adecuadamente por medio de consultas en situación de igualdad. Ejercer presión no puede resolver el tema. Es más, llevaría a lo contrario".
Pese a su dura advertencia, Geithner intentó poner la disputa sobre la moneda china en el contexto de una relación comercial más amplia y beneficiosa para ambos países. China juega un papel fundamental en el objetivo del gobierno de Barack Obama de duplicar sus exportaciones en cinco años.
"Tenemos intereses económicos muy significativos en nuestra relación con China", dijo Geithner. Las exportaciones de Estados Unidos al gigante de Asia fueron de 53.000 millones de dólares en lo que va del año.
Pero las tensiones comerciales con China aumentaron el miércoles, después de que el gobierno estadounidense solicitara a la Organización Mundial de Comercio que investigara las prácticas comerciales del país asiático.
Washington acusa a Pekín de trato injusto para sus exportaciones de acero y con los bancos emisores de tarjetas de crédito con sede en Estados Unidos, el primer paso previo a las sanciones.
El dólar permanecía cerca del máximo de hace un mes en Asia contra el yen, frenado por obstáculos técnicos y las esperadas ventas de exportadores japoneses y apoyado por el temor a nuevas intervenciones en contra de la moneda nipona.
Después de la primera intervención japonesa en seis años esta semana, el mercado era cauto en el momento de vender dólares por yenes. El billete verde fluctuaba entre 85,60 y 80,90 yenes, alrededor de 3 yenes sobre el mínimo de 15 años del pasado miércoles.
La cautela en torno a la intervención vendedora de las autoridades japonesas prestaba apoyo al dólar cerca de 85,00 yenes.
"Es probable que las autoridades japonesas estén listas para intervenir independientemente de las vacaciones de este mes ya que quieren mantener el dólar/yen como mínimo sobre 85 para los exportadores en el cierre del semestre fiscal", dijo un operador de un banco nipón.
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