miércoles, 1 de septiembre de 2010

El Gobierno de Alemania aprueba un plan de ajuste de 80.000 millones hasta 2014

BERLÍN.- El Gobierno de Alemania aprobó este miércoles un plan de austeridad de 80.000 millones de euros que afectará a los industriales y, sobre todo, a los desempleados de larga duración, con el objetivo de sanear sus cuentas sin dejarse llevar por las buenas cifras actuales de su economía.

El plan adoptado por el Ejecutivo conservador-liberal de la canciller Angela Merkela prevé ahorrar en gastos sociales, en particular en la indemnización a los desempleados de larga data o en las prestaciones a los padres de niños.

También incluye recortes en el presupuesto de Defensa y la introducción de un impuesto en los billetes de avión con salida de Alemania, que debería aportar 1.000 millones de euros anuales y que fue duramente criticado por las compañías aéreas y por los aeropuertos.

Las empresas instaladas en Alemania van a tener que participar en el ajuste a través de un alza de la fiscalidad ecológica y una reforma de la legislación sobre quiebras. La canciller conservadora Angela Merkel había presentado su programa de austeridad a principios de junio.

Además de buscar ajustarse con los criterios presupuestarios europeos (que permiten un déficit máximo anual del 3% del PIB), Merkel quiere sentar las bases para que el Gobierno pueda cumplir el nuevo techo de endeudamiento inscrito en la Constitución y que entrará en vigencia en 2016.

Pero el plan de ajuste había sido muy criticado en Alemania y el exterior -en particular en Estados Unidos- por sus potenciales efectos nefastos sobre la reactivación económica mundial.

Si la oposición social-demócrata sigue considerando que los proyectos del gobierno son "antisociales" porque castigan principalmente a los más desprotegidos, el debate internacional sobre un plan alemán "prematuro, demasiado rápido y riguroso" se "terminó", indicó el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble.

La mayoría de los países europeos, tanto los periféricos -Grecia o España- como los grandes -Italia, Francia o el Reino Unido-, también tuvieron que anunciar medidas de ajuste presupuestario. "En Alemania uno de los obstáculos más grandes para el crecimiento económico es la creciente incertidumbre de la gente en cuanto al déficit", explicó Schäuble.

Alemania recuperó el camino del crecimiento y en el segundo trimestre del año registró un espectacular alza de 2,2% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que ha llevado a su ministro de Economía, Rainer Brüderle, a reiterar que la reactivación alemana es de "talla extra grande".

Pero este gran desempeño no cambió las ideas de Angela Merkel sobre la necesidad de un ajuste. "Todavía hay un buen trecho de camino delante nuestro para recuperar los niveles anteriores a la crisis", que provocó un retroceso del 4,7% del PIB alemán el año pasado, justificó Brüderle.

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