Los datos sugieren que los brotes verdes de optimismo que surgieron en primavera "podrían haberse secado" para los altos directivos de las empresas de Estados Unidos.
Este aumento del pesimismo en el octavo mes del año se refleja también en las perspectivas sobre la economía, ya que la mayoría de los empresarios pospone la consolidación de la recuperación económica a 2011 e incluso, un 16% de los directivos consultados creen que se demorará aún más.
De la misma forma, en agosto descendió el optimismo sobre la marcha del propio negocio, puesto que un 76% de directivos se muestra optimista frente a un creciente 24%, que se muestra pesimista.
Según el estudio, este clima de incertidumbre no anima a las empresas a aumentar sus plantillas, ya que en mayo un 44% de las empresas planeaba contrataciones mientras que en agosto esa cifra se ha reducido al 38%.
Para el socio director general de Audihispana Grant Thornton, José María Fernández, los directivos están tomando el pulso real de la situación económica del país.
"Cuando ves que el desempleo se mantiene en tasas históricas, que la demanda de bienes duraderos sigue cayendo al igual que el mercado inmobiliario y que el ahorro continúa creciendo, te das cuenta del nivel de estancamiento existente", señala.
A su parecer, empieza a percibirse una "creciente preocupación" entre los directivos de las empresas ante un posible estancamiento de una economía cuya recuperación aún no está consolidada.
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