sábado, 18 de septiembre de 2010

El Papa lamenta que el mundo vea al Evangelio como un "límite a la libertad"

LONDRES.- El papa Benedicto XVI lamentó hoy en Londres que el mundo vea el Evangelio "como un límite a la libertad humana", en vez de que "como la verdad que libera la mente del hombre" y animó a los laicos a llevar adelante la misión de la Iglesia.

El Pontífice hizo estas manifestaciones en la misa que celebró en la catedral de Westminster, a la que asistieron varios miles de fieles, entre ellos muchos jóvenes, ante los que recordó a todos los cristianos que sufren persecución y discriminación en el mundo por su fe.

También tuvo palabras de afecto para los enfermos, los ancianos y los discapacitados, "que sufren en la mente y en el espíritu" y de nuevo volvió a condenar los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.

El Papa exhortó a los laicos a llevar adelante la misión de la Iglesia, señalando que la sociedad contemporánea necesita de ese testimonio.

"Uno de los más grandes desafíos que tenemos hoy es como afrontar y como hablar de manera convincente de la palabra de Dios a un mundo que demasiadas veces ve el Evangelio como un límite a la libertad humana, en vez de como verdad que libera a nuestras mentes e ilumina nuestros esfuerzos para vivir de manera sabia y buena como individuos y como miembros de la sociedad", manifestó el Papa.

Benedicto XVI pidió que se rece por el aumento de las vocaciones sacerdotales e hizo votos para que sean muchos los británicos que "escuchen y respondan" a esa llamada.

Concluida la misa, el Papa saludó a varios miles de jóvenes concentrados alrededor de la catedral católica, ubicada en el centro de Londres, a los que animo a construir una sociedad basada en el amor y les exhortó a no caer en el egoísmo, la envidia y el orgullo, "que fácilmente pueden endurecer nuestros corazones".

"Cada día debemos elegir amar y pedir la ayuda de Cristo", manifestó el Pontífice.

También tuvo palabras de afectos para los galeses presentes en la catedral católica londinense, ante los que se disculpó por no visitar Gales durante este viaje de cuatro días, que le ha llevado ya a Edimburgo y Glasgow, en Escocia, y a Londres.

Mañana el Papa irá a Birmingham para beatificar al cardenal John Henry Newman (1801-1890), un anglicano que se convirtió al catolicismo y está considerado uno de los padres espirituales del Concilio Vaticano II.

Esta tarde visitará una residencia de ancianos, al cuidado de las Hermanitas de los Pobres, y participará en una vigilia en el Hyde Park de Londres a la que se esperan asistan decenas de miles de personas con motivo de la beatificación de Newman.

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