El Vaticano también dijo que su banco, conocido como Instituto para las Obras de Religión (IOR), estaba comprometido con una "completa transparencia" y estaba trabajando para asegurar su inclusión en la "lista blanca" de estados que cumplen con los estándares internacionales de la banca.
Describió su defensa en una carta enviada al Financial Times y distribuida por su oficina de prensa a periodistas en Roma para proteger la imagen de la Santa Sede y la de su banco.
"El problema actual fue causado por un malentendido - que ahora está siendo examinado - entre el IOR y el banco que recibió la orden de transferencia", dijo el portavoz, el padre Federico Lombardi, en la carta.
El martes, magistrados de Roma pusieron bajo investigación a los dos máximos dirigentes del IOR, su presidente Ettore Gotti Tedeschi y el director general Paolo Cipriani, y congeló 23 millones de euros de sus fondos en Italia.
Dos transferencias recientes de una cuenta del IOR en un banco italiano fueron consideradas sospechosas por la policía financiera y bloqueadas. Una era una transferencia de 20 millones de euros a una sucursal alemana de un banco estadounidense y la otra de 3 millones de euros a un banco italiano.
La misiva de Lombardi delató la profunda irritación del Vaticano por que los magistrados hubieran iniciado la investigación y la hicieran pública.
"La naturaleza y objetivos de las transacciones bajo investigación podrían haber sido aclaradas con gran simplicidad", dijo.
TRANSFERENCIA DE FONDOS PROPIOS
El Vaticano mantiene que no hubo nada ilegal porque simplemente estaba transfiriendo su propio dinero entre sus propias cuentas.
Lombardi señaló que el Vaticano quería "evitar la difusión de información incorrecta y asegurarse de que no se cause daño a las actividades del Instituto y al buen nombre de sus directivos".
El IOR sobre todo administra fondos para el Vaticano e instituciones religiosas de todo el mundo, como organizaciones benéficas, órdenes religiosas de sacerdotes y monjas y hospitales católicos.
Agregó que aunque el IOR estaba "más allá de la jurisdicción y vigilancia" del Banco de Italia porque está ubicado en un estado soberano, está comprometido con las normas de la Unión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) que tratan de combatir el terrorismo y el lavado de dinero.
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