miércoles, 22 de septiembre de 2010

El Vaticano subraya la "transparencia" del Instituto para las Obras de Religión

CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano subrayó hoy la "integridad" del presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR, banco vaticano), Ettore Gotti Tedeschi, investigado por la fiscalía de Roma por no respetar, supuestamente, las leyes contra el lavado de dinero, a la vez que reiteró la "transparencia" del banco.

En un artículo titulado "La transparencia del IOR", el diario vespertino de la Santa Sede, "L'Osservatore Romano" señaló hoy que la iniciativa de la fiscalía partió de una comunicación del Banco de Italia, "con quien colabora de manera estrecha el IOR para adecuarse a las normas contra el blanqueo de dinero".

Tras destacar asimismo la colaboración del banco del Vaticano con las instituciones europeas en la lucha contra el blanqueo, el vespertino añadió que "la naturaleza y el objetivo de las operaciones que se están investigando podían haber sido aclarada con sencillez y rapidez".

"Se trata, como ya se ha dicho de operaciones de tesorería cuyo destinatario era el mismo IOR sobre cuentas que tiene abiertas en otros bancos. El inconveniente ha sido causado por una incomprensión, que ya se está aclarando", aseguró el diario.

El vespertino subrayó que todas las cuentas abiertas por el IOR lo fueron teniendo en cuenta las reglas del Banco de Italia, a la vez que reiteró la extraterritorialidad de este instituto bancario.

"Vale la pena reiterar que el IOR no puede ser considerado un banco como los otros. Administra los bienes de instituciones católicas a nivel internacional y estando ubicado en el Estado de la Ciudad del Vaticano está fuera de la jurisdicción de los diferentes bancos nacionales", afirmó el diario de la Santa Sede.

"L'Osservatore Romano" reiteró asimismo "la integridad y la autoridad" del economista Gotti Tedeschi, "que son bien conocidas en los ambientes financieros italianos e internacionales.

Las declaraciones del vespertino se produjeron un día después de que ayer la Secretaria de Estado Vaticano expresara su "perplejidad y asombro" por la investigación abierta por la Fiscalía de la Ciudad Eterna a Gotti Tedeschi y al director general, Paolo Cipriani, por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero.

La Secretaría de Estado ("presidencia del Gobierno") reiteró la "clara voluntad" del IOR de ofrecer "plena transparencia" en lo que respecta a sus operaciones financieras, y confirmó su "máxima confianza" en el presidente de la entidad.

"La Santa Sede manifiesta por ello perplejidad y asombro por la iniciativa de la Fiscalía de Roma, teniendo en cuenta que los datos informativos necesarios están ya disponibles en la oficina competente del Banco de Italia, y operaciones análogas tienen lugar actualmente con otras entidades de crédito italianas", añadió.

Además de abrir una investigación, la Fiscalía de Roma ordenó también la confiscación preventiva de 23 millones de euros de una cuenta corriente del banco Credito Artigiano a nombre del Banco Vaticano.

La Fiscalía indaga, en concreto, dos operaciones bancarias que preveían la transferencia de 20 millones de euros al banco de negocios JP Morgan, en Fráncfort (Alemania), y de otras tres entidades a la Banca del Fucino, por las que, según los investigadores, no se facilitó la información necesaria impuesta por la normativa contra el blanqueo de capitales.

Gotti Tedeschi, de 65 años, titular del Santander Consumer Bank, aseguró hoy en declaraciones que publican diferentes medios italianos que "un error de procedimiento" ha sido usado para atacar al IOR y al Vaticano en particular y aseguró que las operaciones financieras son "transparentes y no hay nada que esconder, ya que se trata de traspaso de fondos del propio IOR".

El banquero expresó haber sentido "amargura y humillación" y sentirse víctima de una "mortificación injusta".

"No entiendo a qué viene ahora esta ansia de atacar al IOR, en un momento en el que estamos concluyendo nuestro largo y cuidadoso trabajo, junto al Banco de Italia para poner en orden las situaciones que había que armonizar", lamentó.

El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano, se vio salpicado a principios de la década de los 80 por el escándalo de la quiebra del Ambrosiano de Roberto Calvi.

La bancarrota originó la quiebra de una treintena de empresas y aunque el Vaticano siempre rechazó cualquier responsabilidad sí admitió su "implicación moral" y decidió pagar 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad.

El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II.

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