Los clientes acudieron en masa a las sucursales del Kabul Bank de todo el país y los directivos de la entidad se prepararon el jueves para una corrida bancaria al extenderse por toda la nación los apuros financieros de la entidad, rebosante de dinero procedente de la corrupción, el narcotráfico y los contratos de ayuda internacional.
"El banco es solvente", dijo a los reporteros Abdul Qadir Fitrat, gobernador del banco central en una conferencia de prensa convocada apresuradamente para desmentir versiones informativas de que el banco sangra números rojos. "El banco cuenta con suficientes activos líquidos para satisfacer sus demandas de liquidez".
Los diarios The New York Times y The Wall Street Journal dijeron el miércoles que las pérdidas del Kabul Bank podrían superar los 300 millones de dólares, cifra superior a los activos de la entidad. El diario Washington Post indicó que el banco central ordenó al presidente dimisionario que entregue bienes raíces por 160 millones de dólares adquiridos en Dubai para familiares y amigos de la clase política.
Fitrat dijo que los dos máximos ejecutivos del Kabul Bank dimitieron dentro de la reforma adoptada por el banco central a fin de mejorar el profesionalismo de algunos de los 10 bancos privados de Afganistán.
"El banco central respaldará completamente al Kabul Bank. El fracaso del Kabul Bank no es una alternativa", dijo Fitrat para apuntalar la confianza en el banco. "Espero que la situación quede estabilizada para mañana y al día siguiente".
Aunque el gobierno afgano carece de un sistema para garantizar los depósitos bancarios, Fitrat dijo que el banco central cuenta con fondos para mantener a la entidad solvente.
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