BERLÍN.- Los sindicatos alemanes exigieron esta semana el reestablecimiento del impuesto sobre el Patrimonio, derogado en Alemania en 1997. Este impuesto se aplica individualmente sobre el patrimonio personal, basándose en el valor de todos los bienes.
Según el juicio de la junta directiva del sindicato alemán de servicios, ver.di, la abolición del impuesto sobre el Patrimonio fue un escándalo, que es aun más grave en vista de la crisis económica mundial actual.
"Hay que reclamar dinero a los beneficiarios de la redistribución y a los culpables de la crisis económica y financiera", dice un comunicado del sindicato más grande de Alemania con más que dos millones de miembros.
El sindicato ver.di y otras organizaciones sociales reaccionaron con su exigencia de reestablecer el impuesto sobre el Patrimonio a planes del presidente francés, Nicolás Sarkozy, de también derogar este arancel.
Sarkozy argumentó con una "armonización del derecho fiscal europeo", señalando el ejemplo de Alemania. El impuesto al Patrimonio fue introducido en Francia por el gobierno socialista en 1981.
En reacción a los planes del gobierno francés, los sindicatos alemanes exigen del gobierno de la canciller, Angela Merkel, no solamente el reestablecimiento del impuesto derogado, sino también la introducción de un nuevo arbitrio sobre el flujo de capitales y un impuesto más alto sobre ganancias de empresas.
Según el juicio de la junta directiva del sindicato alemán de servicios, ver.di, la abolición del impuesto sobre el Patrimonio fue un escándalo, que es aun más grave en vista de la crisis económica mundial actual.
"Hay que reclamar dinero a los beneficiarios de la redistribución y a los culpables de la crisis económica y financiera", dice un comunicado del sindicato más grande de Alemania con más que dos millones de miembros.
El sindicato ver.di y otras organizaciones sociales reaccionaron con su exigencia de reestablecer el impuesto sobre el Patrimonio a planes del presidente francés, Nicolás Sarkozy, de también derogar este arancel.
Sarkozy argumentó con una "armonización del derecho fiscal europeo", señalando el ejemplo de Alemania. El impuesto al Patrimonio fue introducido en Francia por el gobierno socialista en 1981.
En reacción a los planes del gobierno francés, los sindicatos alemanes exigen del gobierno de la canciller, Angela Merkel, no solamente el reestablecimiento del impuesto derogado, sino también la introducción de un nuevo arbitrio sobre el flujo de capitales y un impuesto más alto sobre ganancias de empresas.
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