Reding comparó la semana pasada las expulsiones de gitanos en Francia con las deportaciones de la Segunda Guerra Mundial, reservando duras palabras para el gobierno francés por esa política, antes de que la indignación de París la forzara a presentar disculpas.
Interrogada sobre si la polémica la había debilitado como responsable de Justicia en la Comisión Europea, Reding dijo este martes pensar lo contrario, que la había "reforzado", insinuando que las críticas en su contra habían tenido como propósito desviar la atención sobre el trato de los gitanos en Francia. "Dije que lamentaba profundamente que mis frases fueran deformadas hasta el punto que algunas personas se sintieran ofendidas, (...) probablemente para no concentrarse en el verdadero problema", señaló Reding.
La comisaria advirtió además de que sigue determinada a examinar si Francia viola la legislación comunitaria sobre libre circulación de los ciudadanos europeos al repatriar a los gitanos a Rumanía y Bulgaria, como amenazó durante su duro discurso.
"Somos 500 millones de europeos que compartimos los mismos valores y la Comisión tiene la responsabilidad de hacerlos respetar", afirmó Reding, asegurando que hablará "alto y claro" si determina que el gobierno francés los incumple.
La luxemburguesa opinó por otro lado que su condición de mujer favoreció las críticas de las que fue blanco: "Cuando un hombre golpea con el puño la mesa, es juzgado de viril, porque se defiende. "Si una mujer" hace lo mismo, es calificada de "histérica", deploró.
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