miércoles, 8 de septiembre de 2010

La economía alemana baja un poco el ritmo

BERLÍN.- La economía alemana entró, como se preveía, en una fase de crecimiento menos eufórica que en primavera, sin que esto ponga en entredicho su recuperación ni su papel de locomotora de Europa.

Una serie de indicadores sobre el mes de julio confirmaron esta semana lo que habían anticipado los expertos y las asociaciones profesionales: el ritmo espectacular de crecimiento registrado en la primavera no puede continuar indefinidamente.

En julio, los pedidos industriales retrocedieron un 2,2% en el mes y las exportaciones otro 1,5% con relación a junio. La producción industrial registró por su parte un leve crecimiento del 0,1%, inferior a las expectativas.

Pero no hay motivo de alarma, explican los economistas, que ven en este "vuelco de la balanza" la consecuencia de las excelentes cifras sobre pedidos y comercio exterior de junio, como explica Heinrich Bayer, de Postbank. Su colega de ING Carsten Brzeski habla por su parte de "normalización", que "no quiere decir estancamiento", precisa.

El ministro de Economía afirmó este miércoles que, "tras la recuperación excepcionalmente robusta de la primavera, era previsible que la industria adoptara un ritmo más moderado". Pero, "incluso a un ritmo al ralentí, el proceso de recuperación industrial debería proseguir", asegura.

Durante la primavera, la economía alemana avanzó a toda máquina, gracias a una demanda procedente del extranjero, en particular de Asia, que estimuló la producción industrial y, de rebote, el empleo, lo cual benefició a su vez a la demanda doméstica.

Además, en una Alemania poco proclive a gastar, el buen consumo interior contribuyó positivamente al crecimiento, que con un 2,2% trimestral ha dejado a sus vecinos de piedra.

Sólo los países escandinavos registraron índices de crecimiento similares, según cifras publicadas este miércoles por Suecia y Finlandia.

La mayoría de los economistas apuestan por un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3% o de incluso más en Alemania para este año, lo que colocará al país en cabeza del pelotón europeo.

Pero en los próximos meses, el estancamiento de la demanda en Asia y la austeridad presupuestaria de numerosos países europeos "pesarán sobre el crecimiento de las exportaciones", advirtió de nuevo este miércoles Dirk Schumacher, de Goldman Sachs.

El martes, el presidente de la federación de exportadores BGA, Anton Börner, recomendó prudencia. "Aunque nos encontramos en mejor posición que nuestros vecinos, sólo somos prudentemente optimistas para el cuarto trimestre y para el año que viene", dijo, basándose en la debilidad de las finanzas públicas de algunos países de la zona euro, principal socio comercial de Alemania.

Brzeski lo relativiza. A su entender, "el comercio exterior va a seguir siendo un importante foco de crecimiento". En la zona euro, los principales socios de Alemania no son los llamados países periféricos, como Grecia, España y Portugal, muy golpeados por la crisis.

Y, más allá de los sobresaltos mensuales de datos volátiles, todos los indicadores registran índices de crecimiento impresionantes con relación a sus niveles del año anterior, tanto las exportaciones (+19%) como la producción industrial (+11% en junio-julio).

Por otra parte, el superávit comercial de Alemania aumentó en julio a 12.700 millones de euros desde los 12.400 millones del mes anterior, dijo la Oficina Federal de Estadísticas.

Las exportaciones alemanas cayeron en julio desde los 83.500 millones de euros de junio a 82.200 millones, mientras que las importaciones bajaron desde 71.100 millones a 69.500 millones.

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