El banco central estadounidense insistió en que mantendrá el nivel excepcionalmente bajo de los tipos durante un periodo "prolongado" de tiempo debido a las condiciones económicas.
La Fed constató que el ritmo de recuperación de la economía de Estados Unidos se ha "reducido" en los últimos meses y afirmó que probablemente el crecimiento sea "modesto" en el corto plazo.
Así, la institución presidida por Ben Bernanke se mostró preparada para tomar nuevas medidas de reactivación monetaria "si fuera necesario" para sostener la recuperación y un retorno de la inflación a un nivel aceptable.
El organismo destacó en su comunicado que la inflación se mantendría "débil" por algún tiempo antes de subir a niveles consistentes.
En lo que respecta al programa de compra de activos, la Fed decidió mantener su actual política de reinversión de los pagos de capital de sus activos.
La decisión del banco central estadounidense contó con el voto favorable de ocho de sus miembros, incluido el presidente Bernanke, pero recibió una vez más el voto contrario del director de la Fed de Kansas City, Thomas M. Hoeing, quien consideró que la economía de Estados Unidos se está recuperando a un ritmo moderado, por lo que no está justificado mantener excepcionalmente bajos los tipos.
Las autoridades de la Fed dijeron estar preocupadas de que el lento crecimiento económico pudiera evitar que los precios aumenten a un ritmo saludable.
Pero al término de su reunión, la Reserva se abstuvo de tomar nuevas medidas para reanimar la economía y reducir el desempleo. En cambio, insinuó estar dispuesta a ver si la economía puede reponerse por sí sola.
La reunión es la última del grupo encargado de la creación de políticas de la Fed antes de las elecciones generales del 2 de noviembre, y llega en un momento en que los votantes están enfocados en la economía y la crisis por el desempleo. Los sondeos muestran que posiblemente castiguen a los demócratas en Washignton por la lentitud de la recuperación económica.
Pero la Fed dio indicios más claros de que podría tomar nuevas medidas para estimular la economía, y dijo estar "preparada para dar otros respaldos". En sus declaraciones de política anteriores, el banco no fue tan lejos y se había limitado a decir que emplearía "sus herramientas políticas según fuera necesario".
La Reserva Federal dejó en claro que está más preocupada por la caída que por el aumento de precios debido a la debilidad de la economía. El banco no usó el término deflación, aunque algunos economistas han planteado preocupaciones de que la nación se encamine a una espiral deflacionaria. Eso significaría una baja de salarios, precios de bienes y servicios, y el valor de acciones y viviendas.
"Están más preocupados sobre la economía y la deflación que lo que pensé que estarían", dijo Sung Won Sohn, economista en la Escuela de Negocios Martin Smith de la Universidad Estatal de California.
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