Las acusaciones se refieren a la investigación que llevó a cabo la Comisión de Seguridad y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) por la implicación de Goldman Sachs en el caso 'Abacus'. Así, destaca que GSI forma parte de Goldman Sachs Group y tiene obligación de comunicar toda información importante del grupo que pueda tener consecuencias en el Reino Unido.
Además, recuerda que el regulador estadounidense avisó a la entidad y a uno de sus ejecutivos, Fabrice Tourre, que en ese momento trabaja en Londres en una función que requería la aprobación de la FSA, de que se enfrentaban a cargos por fraude civil.
La entidad llegó finalmente el pasado mes de julio a un acuerdo con la SEC mediante el cual aceptaba pagar una multa de 550 millones de dólares (432 millones de euros), una cantidad récord para un banco de Wall Street, para poner fin así a la demanda. Por su parte, Tourre negó las acusaciones emitidas contra él.
La directora financiera de orden público y crimen financiero de la FSA, Margaret Cole, destacó que, aunque Goldman Sachs Internacional no ha ocultado nada, los fallos cometidos están por debajo del nivel y de la calidad de las comunicaciones que la Autoridad espera de una firma autorizada. Así, definió como "muy decepcionante" que GSI no informara de este hecho y asegura que, si hubiera cumplido con sus obligaciones, el resultado hubiera sido "muy diferente".
"Esta multa debería enviar un mensaje, especialmente a los principales directivos de las grandes instituciones, sobre la necesidad de tener siempre en cuenta sus obligaciones de informar en el Reino Unido", añadió Cole.
No hay comentarios:
Publicar un comentario